Editorial: Beneficios fiscales de la reactivación

La combinación de poco crecimiento y altas tasas de interés es letal para una economía. Implica endeudamiento creciente, más gasto por intereses y menos recursos fiscales. El gobierno debe privilegiar las acciones capaces de rendir frutos en el cortísimo plazo, como la racionalización de trámites, inversión en obra física y concesión de obra pública

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La tasa de crecimiento de una economía tiene importantes efectos sobre el desempeño fiscal y el impacto es mayor conforme más endeudado esté el país. El endeudamiento público, más que un valor absoluto, es la relación de la deuda con el tamaño de la economía. Esa relación aumenta cuando hay recesión, como ocurrió en Grecia. Por el contrario, baja cuando la economía experimenta tasas elevadas de crecimiento.

La influencia del crecimiento va más allá del efecto citado. Mientras más crezca una economía, mayor es la recaudación fiscal. Ese aumento es más que proporcional al crecimiento del producto interno bruto (PIB) dadas las tasas progresivas del impuesto sobre la renta. Uno y otro factor mejoran la calificación de riesgo y eso contribuye a bajar la tasa de interés a pagar por el endeudamiento público, lo cual libera recursos del presupuesto nacional para muchos otros propósitos de interés general. El crecimiento también suele hacerse acompañar de más empleo, lo cual reduce la necesidad de repartir ayudas sociales por cuenta del Estado.

Por el contrario, la combinación de poco crecimiento y altas tasas de interés es letal para la economía. Implica endeudamiento creciente, más gasto por intereses y menos recursos fiscales disponibles para atender los fines sociales a cargo del Estado. Actualmente, la situación fiscal de Costa Rica se asemeja mucho a este escenario.

El crecimiento real de la economía ronda el 3 % y las tasas de interés reales de los títulos de deuda del Ministerio de Hacienda superan el 7 %. Si bien es necesario reducir el gasto público, en particular en renglones indebidos, como muchos pluses y las pensiones de lujo, la necesidad del esfuerzo se magnifica en un ambiente de altas tasas de interés con bajo crecimiento.

Es estrictamente necesario adoptar medidas para elevar la tasa de crecimiento económico. El gobierno debe privilegiar las acciones capaces de rendir frutos en el cortísimo plazo, como la racionalización de trámites, inversión en obra física y concesión de obra pública al sector privado, sin olvidar otras acciones que prometan resultados favorables a cinco o más años. La situación fiscal exige que los resultados favorables se comiencen a observar muy pronto, pues los muy diluidos en el tiempo, o que solo operen para las nuevas contrataciones de empleados en el sector público, no atienden eficazmente el problema.

El objetivo de política pública debe ser estabilizar el endeudamiento del gobierno central (la relación deuda/PIB) en no más del 65 %. Por eso las medidas deben producir resultados con prontitud y, por supuesto, deben ser sostenibles en el tiempo, no flor de un día. Si se procede de esta forma, los organismos financieros multilaterales podrán dar su apoyo al país y las firmas calificadoras de riesgo mejorarán la calificación. Así, el costo del endeudamiento tenderá a bajar, no solo para los entes públicos, sino también para el sector privado.

Edna Camacho, coordinadora del sector económico de la administración Alvarado, enfrenta un importante reto en esta materia. Ya anunció el interés y disposición del gobierno para coadyuvar con la aceleración del crecimiento económico en procura de los beneficios citados. Confiamos en que bajo su dirección muy pronto, como lo requieren las circunstancias, el país comience a ver los frutos de las medidas necesarias.

El sector privado también tiene responsabilidad en el diseño de las políticas adecuadas. Le corresponde señalar las restricciones específicas, de diseño humano, que pueden ser enmendadas y a su juicio limitan la posibilidad de transitar la senda del crecimiento económico acelerado. Posteriormente, debe aportar sus mejores esfuerzos para convertir tan importantes fines en realidad.