Sorprendente progreso

Es grato saber que la humanidad puede unirse para afrontar retos universales, como la desviación de un asteroide

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Pertenezco a una generación para la cual una imagen inolvidable fue la llegada del Apolo 11 a la luna, el 20 de julio de 1969. Como se indicó en ese momento, se trataba de “un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la humanidad”. Algo que a principios de la década fue lanzado por el presidente John F. Kennedy como un reto que parecía impensable, por difícil, se convirtió en una conquista para el mundo.

Me remonté a esa fecha a raíz de otro hito histórico ocurrido esta semana, la misión DART, primer ensayo para alterar la trayectoria de un asteroide mediante un satélite, lo que es considerado como el primer ejercicio de defensa planetaria.

Muchas lecciones se extraen de esta histórica misión, siendo la primera su carácter preventivo. Si bien no existe una amenaza inmediata, la existencia de miles de asteroides en nuestro sistema solar nos obliga a anticiparnos y prepararnos para una amenaza latente, que requiere respuesta oportuna. En términos coloquiales se trata de prevenir lo descrito en la película Armagedón.

Cabe resaltar la colaboración de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) en la preparación y precisión matemática para hacer posible que un satélite del tamaño de una refrigeradora, que viaja a 6,6 kilómetros por segundo, impacte en un asteroide que avanza al doble de esa velocidad.

La escogencia del asteroide, al que se denominó Dimorphos, tenía dos ventajas: la seguridad de su distancia de la tierra —11.000 kilómetros—, lo que reducía en mucho los riesgos, y su condición de sistema binario en el que el segundo asteroide, Didymos, facilitaría medir la evolución del impacto.

Gracias a la tecnología, vimos en tiempo real el histórico momento del choque cinético, y la misión Hera de la ESA que se lanzará en el 2024 estudiará la evolución de la colisión pocos años después. Sin duda, invaluable información para la defensa global futura.

En momentos en que se vive una terrible guerra, la amenaza del uso de armas de destrucción masiva en Ucrania y los estragos en diversas partes del mundo ocasionados por el cambio climático, entre tantos otros desafíos, es grato saber que la humanidad puede unirse para afrontar retos universales.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.