Síndrome del domingo

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Angustia, irritabilidad, desazón e incluso miedo. Muchos tenemos esos sentimientos los domingos, pero sobre todo los domingos avanzada la tarde, cuando ya tenemos enfrente el lunes y nos espera una larga semana de trabajo.

Estas sensaciones, más conocidas como el síndrome del domingo, parecen tener síntomas claros: ansiedad, tensión, miedo, cambios bruscos de humor, desánimo, sensación de vacío en el estómago, dolor de cabeza o malestar físico.

Se produce mucho en personas que les gusta estar informadas de cuanto ocurre en su profesión o entre quienes tienen un ambiente laboral conflictivo y no encuentran satisfacción en su trabajo, según un reportaje publicado por el diario español El País.

La conclusión, sin embargo, es poco halagadora. No hay recetas específicas para vencer la angustia del domingo por la tarde, según afirmó en la nota el psicólogo Albert Sola Castelló. El recurre al siguiente argumento: "Lo que no se arregla durante la semana no se soluciona en unas horas; hay que prepararse todos los días para afrontar y vencer la ansiedad. Se trata, sobre todo, de cambiar el estilo de vida, de situar el trabajo en el lugar que le corresponde, sin darle ni más ni menos importancia de la que tiene, buscando sobre todo armonizar la vida real con los deseos."

En definitiva, el psicólogo habla de aprender a gratificarse. De ser un poco más egoísta y con ello no privarse de algunas cosas que nos gusta hacer. En este sentido, no es necesario buscar grandes aventuras, sino cosas pequeñas que puedan resultar muy satisfactorias.

Recomienda también realizar algún tipo de ejercicio físico, mantener un nivel satisfactorio de actividad sexual y social y hasta procurar relacionarse con gente que no sea de la misma profesión. Estos elementos quizás no serán la solución, pero sí una clave para vivir mejor.