Sana crítica: Estados Unidos arde

La muerte de George Floyd desnuda las debilidades de Trump y su país en un momento crítico.

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La muerte de George Floyd, en Minneapolis, a manos de un oficial de policía, operó como una poderosa chispa que detonó un fuerte estallido de insatisfacción ciudadana, con masivas protestas en múltiples ciudades a lo largo de los Estados Unidos. Algunas pacíficas, otras violentas, situación aprovechada por el vandalismo y los grupos extremistas.

El país más poderoso económica y militarmente también lidera en número de contagios (28 %) y muertes (27 %) por covid-19, producto de la letal combinación de ambivalentes decisiones políticas, contrarias muchas veces a lo recomendado por expertos, y a un sistema sanitario que desnuda graves desigualdades sociales y no cubre a toda la población, pese a los avances del Obamacare.

En un estudio realizado por el APM Reseach Lab, cuando había 89.000 contagiados y una muestra en 40 de los 50 estados, los afroamericanos tenían un nivel de infección de 54,6 por cada 100.000 habitantes, 2,4 veces más que la población blanca y, peor aún, el número de muertes ascendía a un 25 % del total, un gran desequilibrio, pues representan el 13 % de la población.

Agreguemos que en pocas semanas Estados Unidos pasó de un histórico 3,5 % de desempleo a un 14,7 %, el peor desde la Gran Recesión de 1929, y los hispanos llevan la peor parte, con un 18,9 %, seguidos de los afrodescendientes, con un 16,7 %, según datos de inicios de mayo.

A los temores y ansiedad producto de la covid-19 y las medidas de contención se suma el histórico malestar de las minorías estadounidenses azuzadas por una brutalidad policial que no es nueva y un sentimiento de injusticia.

Líder en el mundo por el alto porcentaje de gente encarcelada, con un 5 % de la población global, tiene el 21 % de la población carcelaria mundial, con una sobrerrepresentación de afroamericanos e hispanos, que sumados superan el 50 % de los detenidos.

Por último, un presidente que busca la reelección, ha perdido dos de sus cartas de presentación —bajo desempleo y economía fuerte— y quien lejos de llamar a la calma ha hecho lo contrario: amenazar con el uso del Ejército, tema controversial (legalidad y excepcionalidad). Y, en esta coyuntura, crece la amenaza de una nueva ola de contagios. Dichosamente, se acercan las elecciones presidenciales.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.