Sana crítica: Cambios en la Fed

Trump está dispuesto a romper con cualquier ligamen con el anterior gobierno: su última jugada es la sustitución de Janet Yellen en la Reserva Federal

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El presidente Trump tomó una de las más importantes decisiones: la nominación de quién encabezará la Fed, uno de los puestos económicos más importantes de Estados Unidos y del mundo financiero.

Janet Yellen, primera mujer en ocupar el cargo y quien tiene mayor preparación que el nominado, con un PhD en Economía de Yale, años de experiencia, cuatro años en el puesto y con un excelente desempeño, será remplazada el 2 de febrero al vencerse su periodo. Para muchos, se trata de la política en su peor versión.

Si bien Yellen podía ser reelegida, y su desempeño ha sido alabado por los expertos, dado el crecimiento sostenido de la economía y la disminución del desempleo al 4,1 %, nivel más bajo en los últimos 17 años, ha sido la última víctima de una administración propuesta a romper con cualquier ligamen con el anterior gobierno. Lo paradójico es que su sustituto ha sido presentado como una ficha de continuidad.

El nominado, Jay Powell, ha fungido como gobernador en la Fed desde el 2012, estudió Ciencias Políticas en Princeton y leyes en Georgetown. Al no ser economista de profesión, preocupan sus decisiones en un contexto retador, pues con la última persona en no serlo, la experiencia fue negativa y esta no concluyó su término.

En lo positivo se le señala como un republicano moderado, un articulador de acuerdos, que ha facilitado importantes puentes bipartitas, como el incremento del techo de la deuda durante la administración Obama. Su nominación, pese a las menores credenciales que Yellen, ha sido bien recibida frente a otras opciones más conservadoras.

Se especula que una de las razones para su nominación es que pueda ser más proclive a una menor regulación financiera, promesa de Trump en campaña, por cierto, un deseo en Wall Street, pero peligroso para los inversionistas, ¿no fue la crisis del 2008 suficiente lección?

Ante las vacantes actuales, la probable salida de Yellen, quien podría quedarse pero difícilmente lo hará, la administración Trump puede estar ante la perspectiva de nombrar a cinco de los siete integrantes de la Fed, una prerrogativa políticamente tentadora y la que no dudamos enfrentará presión de los republicanos más ortodoxos, para restarle independencia. Una tentación que esperamos se esquive y ejerza con la mayor sabiduría.

La autora es politóloga.