Sana crítica: Apoyémoslas

El modelo de navegación debe seguir y ser fortalecido para ayudar a las pacientes de cáncer

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Cuando se recibe el diagnóstico de que uno padece cáncer, el momento es impactante en la vida de la persona y la familia. La noticia, no obstante, es más llevadera cuando aparecen personas especiales, verdaderos ángeles, que acompañan al paciente a lo largo del trayecto.

Ese fue mi caso, y quisiera que las mujeres que pasan por esta difícil experiencia reciban un trato humanizado y bondadoso, que les facilite vivir las diferentes etapas y tratamientos, pero, sobre todo, que cuenten con una voz amiga, indispensable en la lucha por la supervivencia y por la ansiada «segunda oportunidad».

En la era de la covid-19, estoy segura de que recibir una noticia así es aún más devastador por los retos y complicaciones que presenta el coronavirus, y por procedimientos como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia, cuyos efectos negativos en el sistema inmunitario torna más complicada la batalla por salir adelante.

En este contexto de fuertes emociones, me asombró y preocupó la noticia publicada por este medio acerca del vencimiento, el 2 de marzo, de un contrato entre la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y la Universidad de Costa Rica, que da vida a lo que en el sistema se conoce como el modelo de navegación.

Es un programa que brinda información y acompañamiento a las mujeres en seis de los hospitales de la CCSS, el Nacional de las Mujeres, Calderón Guardia, San Juan de Dios, México, San Rafael de Alajuela y San Vicente de Paúl, mediante un equipo de 10 profesionales y la colaboración de 8 oenegés y 81 navegadoras que generosamente comparten su experiencia como sobrevivientes de cáncer.

Gracias a este equipo, mujeres y sus familiares han estado apoyadas, han recibido información de calidad y, principalmente, han tenido el acompañamiento emocional vital que todos los seres humanos necesitamos siempre, pero todavía más en momentos de mayor vulnerabilidad.

En vista del silencio de la CCSS, cuando se le preguntó por el futuro del programa, desconocemos qué pasará a partir de esta semana. Como mujer y sobreviviente de cáncer, hago un llamado a las autoridades correspondientes para que mantengan el programa, porque el trato humano y emocional es tan valioso como el tratamiento físico de las pacientes.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.