Regalo a las mamás

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La próxima semana se celebra el Día de la Madre, en mi caso será el primero que paso sin mi querida mamá, por lo que en homenaje a ella llamo a la reflexión sobre la relevancia y responsabilidad que tenemos de crear alternativas de cuido para las que trabajan fuera del hogar.

Gracias a personas que la apoyaban, mamá pudo trabajar con tranquilidad porque sabía que sus hijos estaban bien, y eso le permitió con gran éxito y balance ser esposa, madre, profesora de Historia y luego asumir los negocios de la familia.

Esta, sin embargo, no es la realidad de muchas mujeres cuya situación y necesidades más bien las coloca, por una parte, en una condición de desprotección y escaso apoyo, y, por otra, se les demanda la doble jornada y el cuido no solo de sus hijos sino también de su entorno familiar, de los enfermos, personas con capacidades especiales y los adultos mayores, una población creciente ante el envejecimiento de la población.

La incorporación de las mujeres al mundo laboral, por sí positiva por la mayor creación de riqueza nacional e ingresos familiares, significa para las mujeres no solo ese doble recargo de las responsabilidades del hogar, sino también hacerlo con menor apoyo, pues las abuelas y familiares no incorporadas al mercado laboral cada vez son menos.

Hay también cambios en las familias que derivan en nuevas necesidades de apoyo. Las otrora mayoritaria familia biparental con la mujer en el hogar, cede ante el crecimiento de familias en las que ambos trabajan o son monoparentales.

El cuido entonces es una necesidad creciente y muy especialmente para aquellos hogares con jefatura femenina, que en Costa Rica dolorosamente representan el rostro humano detrás de nuestra pobreza y pobreza extrema.

El tema resulta actual y relevante en momentos que se publicita que 10 Cecudi tienen 18 meses sin uso, cruel burla a las madres jefas de hogar y trabajadoras en zonas tan necesitadas como Limón, Osa o Corredores.

Con ello sus oportunidades de mejora en el trabajo se ven cercenadas y deben, además, convivir con instalaciones que son monumentos a la incapacidad de gestión, absurda burocracia y un Estado ávido en repartir culpas, pero árido en asumir responsabilidades.

Los responsables de la apertura de los Cecudi deben dar a las madres de sus comunidades el regalo más preciado: cuido de calidad para sus niños y la oportunidad de mejorar los ingresos para sus familias.

(*) Nuria Marín Raventós es licenciada en Derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en Artes liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.