Red de cuido

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Es preocupante lo denunciado por los diputados Fabricio Alvarado, Mario Redondo y Karla Prendas sobre la precaria situación de más de 350 centros infantiles que atienden a 18.708 de los 26.642 niños bajo la red de cuido. Un 80% podría cerrar en febrero por su insostenibilidad económica.

Para las asociaciones de centros infantiles privados, el gobierno “decidió desfinanciar y debilitar los programas sociales de red de cuido con el fin de lograr un cierre paulatino de sus funciones”. El IMAS congeló cupos en estos centros, hoy con un 60% de ellos no utilizados, pese a que hay largas listas de espera. Además, fueron advertidos de que la situación podría empeorar.

¿Camino fácil o será otra la intención de trasladar los problemas de liquidez a estos proveedores, mayoritariamente emprendedoras que trabajan con compromiso y que, pese a recibir menguantes ingresos, continúan brindando un servicio de calidad a miles de niños?

Contrasta esta información (o confirma una decisión de desfinanciar estos centros), una criticada conferencia en la que se anunciaron datos errados, relativos a un incremento en la red de cuido, datos que luego se corrigieron y pasaron de un 71% a un 41%, ¿error material? Si interesa que la red de cuido crezca como se ha señalado, ¿por qué asfixiar a estos centros?

Ante la denuncia de los legisladores, el IMAS anunció que la situación se solventó por este año (¿y el próximo?), gracias a fondos de los superávits del PANI, Fodesaf y la Dirección Nacional de Centros de Educación y Nutrición de Centros Infantiles de Atención Integral, lo que celebramos, pero ¿por qué hasta ahora?, y ¿superávits en el PANI?

Mientras que los recursos para la niñez y el cuidado no aparecen, el gobierno opta otra vez por pedir recursos frescos, no asumir la responsabilidad de necesarias reformas estructurales al gasto y no mejorar la eficiencia de sus instituciones. Para ejemplo, la desmejora en las utilidades del IMAS en un 12% pese a un incremento en ventas del 11,5% (2016).

La red de cuido es crucial en el combate a la pobreza que, desdichadamente, en nuestro país tiene rostro de mujer, y también para que esas madres puedan tener ingresos y no dependan indefinidamente del asistencialismo. De ahí la importancia del programa en la administración Chinchilla. La red de cuido hay que fortalecerla, no debilitarla, y mucho menos politizarla.