Radar: Crisis migratoria múltiple

La suma de varios males que agobian a millones de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños se llama desesperación

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Brechas socioeconómicas estructurales, que cierran horizontes y generan desigualdad y exclusión. Débil o nula gobernabilidad democrática, con sus resultados de arbitrariedad, corrupción, captura institucional y violencia. Crisis agudas, producto de la sequía y la devastación de dos huracanes.

La suma de estos males, que agobian a millones de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, se llama desesperación. Y cuando se combina con la arbitrariedad pasada, las expectativas de mayor tolerancia en la frontera sur de Estados Unidos, el descontrol de sus autoridades migratorias y la instrumentalización de todo ello por los coyotes y narcotraficantes el resultado no se hace esperar: una catastrófica crisis humanitaria, que además amenaza políticamente a Joe Biden y su Partido Demócrata.

El desafío tiene rostros y números: entre octubre y febrero, las autoridades fronterizas reportaron 400.000 «encuentros» con migrantes indocumentados, el mayor número para ese período desde el 2006; de ellos, 30.000 son menores de 18 años sin la compañía de algún padre. Ya rebasan la capacidad de los albergues a la espera de quienes los acojan. Con los mayores, la política es más rígida: los solicitantes de asilo ya pueden realizar sus trámites en territorio de Estados Unidos (no en México, como había impuesto Donald Trump), pero a quienes capturan cruzando la frontera se les deporta de inmediato. Aun así, el flujo sigue y la percepción, en gran medida acertada, es de confusión.

Para combatir las «raíces» del problema, Biden propuso al Congreso un plan enfocado en Guatemala, Honduras y El Salvador, con $4.000 millones por desembolsar en cuatro años. El miércoles, la vicepresidenta, Kamala Harris, fue encargada de liderarlo. Desde hace semanas, la experimentada Roberta Jacobson asumió como «zar» de la frontera sur. El lunes Ricardo Zúñiga, diplomático de carrera, se convirtió en representante para el triángulo norte. Su misión será más de «choque».

Las personas cuentan, y estas tres son de altos quilates. Pero la profundidad de los problemas cuenta más, y también los grandes decisores south of the border. Se llaman Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Giammattei, Juan Orlando Hernández y Nayib Bukele. No precisamente la mejor compañía para buscar soluciones integrales.

Correo: radarcostarrica@gmail.com

Twitter: @eduardoulibarr1