¿Qué sigue en la ruta presidencial?

Rodrigo Chaves ya dio un giro simbólico

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Entre el 7 de febrero y el 2 de abril, el candidato Rodrigo Chaves formuló amenazas y acusaciones infundadas contra medios de comunicación, planteó dudas sobre la integridad electoral del país, insistió en proponer referendos sobre temas y frecuencias vedados por la Constitución y las leyes, y dio a entender que basta con la voluntad del gobernante para solucionar problemas que requieren largos procesos de negociación, decisión y ejecución.

Como presidente electo, la actitud ha sido otra, hasta ahora: conciliadora, dialogante, abierta, incluyente, humilde y respetuosa de la institucionalidad democrática. Además, ha planteado ideas interesantes y reposicionado otras que lo son menos. El giro es bienvenido, por ser realista y responsable. Sin embargo, hay que verlo con prudencia, porque, así como, según afirmó con acierto, en campaña se dicen muchas cosas, después se pueden decir otras más. Lo importante es qué hacer, con cuál dirección y compañía. Aquí seguimos en espera.

Parto, como hipótesis, de que su giro simbólico es genuino, incluida la voluntad de buscar gente competente para gobernar e impulsar acuerdos con otros partidos. Aun así, me asaltan dos inquietudes preliminares. La primera: no es lo mismo reclutar individualidades que formar un equipo cohesionado y con capacidad de gestión técnico-política. ¿Cuánto tardará el Ejecutivo en superar la suma de sus partes, alinearse en coordinación y objetivos, encender el botón de arranque y echar a andar con buen rumbo?

La segunda inquietud es qué podrá surgir de las eventuales negociaciones gobierno-oposición. Ejemplo: los cambios a la ley de empleo público que planteen Chaves y José María Figueres (por ahora interlocutor del PLN), ¿realmente la mejorarán, o la distorsionarán al extremo? ¿Y qué pasará en la Asamblea si se abre esa caja de Pandora y empieza el reparto de concesiones sectoriales? Podemos imaginar otros ejemplos.

Conclusión: bienvenido el nuevo estilo de Chaves, su disposición manifiesta por buscar acuerdos y de la oposición por lograrlos. A la vez, sepamos que apenas conocemos un dibujo político-aspiracional a mano alzada. Faltan variables clave para determinar lo que sigue: quiénes (equipo), cómo (procesos) y para qué (si existe una visión integral o no). En todas ellas, el lienzo está en blanco.

Correo: radarcostarrica@gmail.com

Twitter: @eduardoulibarr1