Pilar la olvidadiza

Pilar Cisneros vilipendia a medios y periodistas que denuncian públicamente manejo de dinero público y contratos del gobierno

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Pilar Cisneros se convirtió en una política tóxica para la democracia. Como diputada, alimenta la confrontación, la confusión, el desacuerdo y los odios, y, como vocera del gobierno de Rodrigo Chaves, retuerce la realidad para excusar lo inexcusable.

La legisladora es incomparable con la periodista que en Telenoticias, un día sí y otro también, se presentaba muy comprometida con medios y reporteros que denunciaban la corrupción en la función pública.

Ahora, el primer mandamiento de su manual político es dar vuelta a las denuncias periodísticas; su protocolo es vilipendiar a medios y reporteros que revelan aparentes manejos irregulares de dinero público o turbias conversaciones. Su diccionario contra la prensa no complaciente incluye cuatro descalificativos: corruptos, cínicos, hipócritas y tagarotes.

¿Desvía así la atención pública del asunto de fondo? Eso intenta, pues es la táctica sobre la que dijo adiestrar al gabinete para mentir “a veces”. Sin embargo, en el camino ha quedado expuesta. ¿Recuerdan el “no conozco” a Piero Calandrelli, el trol que mancilló medios y periodistas? Precisamente, un audio y pantallazos de WhatsApp la desmintieron; era de tanta confianza que llegó a darle “mil gracias” cuando el trol le reportó que “al Grupo Nación” le había “dado duro”.

No hay que ir muy lejos. Acuérdese cuando el gobierno planteó en mayo aumentar el impuesto progresivo de las pymes a uno global del 30 %. La señora, al ver la ola de reclamos que ocasionó la noticia, salió con el pretexto de que era “un estímulo” para que crecieran. Esto se llama posverdad, distorsión deliberada de la realidad. Pero es también subestimar la inteligencia ciudadana. ¿Quién iba a creerle?

Las encuestas evidencian que los costarricenses no tragan excusas durante mucho rato, pues ya subió a 71 el porcentaje de quienes creen que la corrupción empeoró en un año.

Esto es señal de que las cuatro palabras con las que Cisneros tilda a medios, periodistas o sus denuncias son las mismas con las cuales los ciudadanos calificarían al gobierno por el que ella se quema las manos. De hecho, aquella Pilar de la TV de seguro las usaría hoy en uno de sus histriónicos editoriales. Solo que la de ahora es olvidadiza.

amayorga@nacion.com

El autor es jefe de Redacción de La Nación.