Página quince: Costa Rica será bilingüe en el 2040

Según la encuesta de hogares, solamente el 13 % de los costarricenses dominan un segundo idioma.

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Costa Rica puede y debe ser un país bilingüe. No solo porque en el mundo actual es necesario, sino porque tenemos las herramientas para lograrlo.

Por ello, el jueves lanzamos la ruta para materializar el compromiso nacional con miras a que, en el 2040, todo joven en todo rincón del país, que se egrese del sistema público de educación, domine una segunda lengua y certifique ese conocimiento.

También, para que todo niño, desde su primer contacto con el sistema educativo, comience a aprender un segundo idioma como parte de su proceso de formación.

Queremos que a toda persona menor de edad que ingrese a la educación pública, sin excepción, se le dé esa herramienta, y que sus padres y encargados tengan la certeza de que tendrá esa oportunidad.

Cuando visitamos los preescolares donde se imparte inglés o francés, o vemos colegiales de instituciones públicas hablando alemán o mandarín de forma fluida, constatamos que es posible lograrlo.

De esta forma, la educación seguirá siendo un mecanismo de movilidad social —como lo ha sido históricamente— y garantizará la inserción de las personas jóvenes en un mundo lleno de retos y alta complejidad. También, para tener una vida más plena y de mayor conexión con el mundo y con otras culturas.

Ventaja competitiva. Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2019, en nuestro país, solamente el 13 % de las personas dominan un segundo idioma.

De acuerdo con estudios del Observatorio de Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (2019), una persona que habla inglés genera, en promedio, ¢185.000 más en ingresos laborales al mes que una que no lo domina.

Reducir la brecha, entre quienes manejan más de un idioma y quienes no, nos permitirá tener un recurso humano más preparado, con más probabilidades de acceder a un puesto de trabajo y a un salario más alto, a la vez que contribuye a reducir la desigualdad.

Países como Holanda o Suecia lo han conseguido, no hay razón para que Costa Rica no lo haga también. Estoy convencido de que este hito será posible mediante la articulación del sistema educativo desde la primera infancia hasta el final de la educación diversificada.

Docentes bilingües. ¿Cómo lo estamos haciendo? Precisamente, una de las más importantes medidas que hemos tomado fue la emisión de una directriz que ya obliga desde el 2019 a la contratación de profesionales bilingües para preescolar. Seguiremos la ruta de contratar profesores bilingües y, en el 2025, a todo docente que ingrese al Ministerio de Educación Pública (MEP) se le pedirá serlo.

Además, el Ministerio de Educación Pública ha generado una serie de acciones para el desarrollo de habilidades lingüísticas y comunicativas en un segundo idioma. Por ejemplo, la modificación de las diferentes clases de puestos de enseñanza de idiomas extranjeros, la actualización en los perfiles de contratación docente en preescolar y el apoyo mediante plataformas web para la enseñanza del inglés.

Asimismo, se llevó a cabo la evaluación sobre el manejo de un segundo idioma a 65.000 estudiantes el año anterior, en conjunto con la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad de Costa Rica y la Alianza Francesa.

La prueba mostró que solo 3 de cada 10 estudiantes evaluados poseen un nivel intermedio que les permite comunicarse con facilidad en otro idioma, en tanto 7 de cada 10 alumnos del último año de educación diversificada tienen apenas un manejo instrumental del inglés, según el Marco Común Europeo de referencia de las lenguas.

Este paso vital nos ha permitido saber donde estamos en términos de enseñanza de una segunda lengua, en cuanto al inglés y francés, y nos permitirá ir elevando los niveles tanto de los docentes como del estudiantado.

En paralelo, hace un año y medio, lanzamos la estrategia sombrilla de la Alianza para el Bilingüismo (ABI), la cual involucra a los ministerios de Trabajo y Educación, al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y a la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).

Desde entonces, estas iniciativas han permitido capacitar y certificar, en el sistema educativo formal e informal, a cerca de 117.000 personas en inglés para cubrir una población a lo largo de las siete provincias, y cerca de 300.000 personas en nuestro período.

Andamiaje. Estas acciones nos han hecho avanzar y han puesto los cimientos de una ruta concreta. Para lograr en 20 años que los egresados del sistema educativo público sean bilingües, haremos lo siguiente: este 2020, continuará la ampliación de cobertura en la enseñanza del inglés en preescolar en la metodología inmersiva y se implementará la utilización de software para dar clases de idiomas en algunos centros educativos.

En el 2021, se ampliará la cobertura de inglés en la educación primaria con el fin de universalizar la enseñanza del idioma en I y II ciclo; además, evaluaremos el dominio de un segundo idioma en primaria, tal cual lo hicimos el año pasado en secundaria; en el 2022, se ampliarán las lecciones de inglés en algunas modalidades y niveles del sistema educativo que lo requieran y, en el 2025, los docentes contratados por el MEP deberán ser bilingües para impartir materias en la metodología de inmersión.

Nuestro gobierno no podrá ver la tarea concluida, pero sentará las bases de un proceso sin retorno hacia la Costa Rica bilingüe del 2040. Al aspirar a los resultados del futuro, confío plenamente en que quienes nos sucedan sigan la ruta planteada. Porque la Costa Rica del bicentenario tiene que ser bilingüe, necesita y merece alcanzar esa meta.

El autor es presidente de la República.