No podemos entregar a la generación del 2050 un país sin vigor, envejecido, sin planes, ni proyectos futuros y sin población joven. En resumen, una nación que podría quedar vacía.
Una población necesita el impulso desde varias generaciones atrás. Son también ideales que la historia requiere impregnar en cada generación. Hemos sido exitosos en muchas aristas y hoy debemos proyectar un futuro con ilusión, con metas jóvenes, educadas y con liderazgo. El envejecimiento de la población es un reto nacional, que el país debe reconocer, no solamente con sumisión, sino cambiando la política antivida e impulsando los nacimientos en las familias jóvenes.
Corea del Sur está teniendo una baja de nacimientos, lo cual afectará su crecimiento, pero también llevará a una baja notoria en su población en los próximos 15 años, a pesar de la políticas para promover el nacimiento de niños que impulsa el gobierno. El remplazo no es fácil, requiere diferentes planes y actitudes del Estado y de la sociedad.
Debemos recordar brevemente que para que una población se renueve es preciso que cada mujer en edad fértil tenga al menos dos hijos. Así lo señalan los expertos.
El demógrafo belga Michel Schooyans señala que en el 2050, según las progresiones medidas, 39 países tendrían una población en decrecimiento.
El artículo publicado por La Nación el 21 de abril del 2018, en la página 4A, en donde se coloca a Costa Rica con la fecundidad más baja de América Latina, citado por el demógrafo Dr. Luis Rosero, retrata con crudeza la situación: podría ser un paso hacia la decrepitud. Cada vez menos niños en las aulas. Son señales contundentes de envejecimiento de la población nacional.
En la demografía, el estudio de la baja en la población es un grave reto, que aqueja a muchas naciones de Europa y también de América Latina. Costa Rica es ya un territorio que sufre una alteración delicada en esta materia que afectará profundamente el país si no se cambia de actitud.
Medidas sólidas. El envejecimiento de la población requiere tomar medidas a fin de remontar las dificultades. Al ser Costa Rica uno de los líderes en el envejecimiento en América Latina hay que preparar a sus habitantes para este fenómeno. Tendremos una generación mejor preparada, pero ciertamente con más enfermedades.
La seguridad social debe enfrentar el problema con celeridad, como lo hace bien el Dr. Fernando Morales en el Hospital Blanco Cervantes. En Europa se están dando diferentes soluciones para luchar contra la baja de los nacimientos y de manera innovadora en Alemania, España, Italia, Hungría, Eslovaquia y Croacia.
Un caso interesante es el de Polonia, país donde su gobierno conservador da desde el 2016 un aporte de 115 euros a cada familia que tenga un segundo, tercer o cuarto hijo hasta la edad de 18 años. Esto se otorga únicamente a familias cuyo ingreso sea menor a 137 euros.
El subsidio de 115 euros significa una gran ayuda para las familias. El programa social ha servido para sacar a muchas familias de la pobreza. Según un estudio del Banco Mundial, se ha incrementado el número de nacimientos. Polonia es un país grande que necesita ciudadanos jóvenes.
Algunos críticos señalan que el programa deja abandonadas a las familias con hijos con necesidades especiales y, por otra parte, ha promovido la salida del mercado laboral de muchas mujeres. El objetivo de incrementar la natalidad y eliminar el envejecimiento se ha logrado poco a poco y con algo muy importante ha dado pasos para eliminar la pobreza infantil.
Macron y sus variaciones. El constante arribo de migrantes a Francia ha llevado al presidente, Emmanuel Macron, a poner en marcha una política de orden, que no quiere decir de total rechazo, pero que está en debate en la opinión pública.
Las medidas han sido claras. Los refugiados por razones políticas tendrán una visa y los de orden económico tendrán otras acciones. Las medidas en el futuro serán más estrictas para mejorar la inmigración de habitantes a Francia.
La política social se necesita integrar con créditos a familias jóvenes, programas de vivienda, vacaciones y facilidades para los viajes de la familia numerosa. Además, con sistemas de tarjetas especiales, las familias de una parte de las naciones de Europa reciben facilidades para estructurar una vida más plena, lo cual evita el empobrecimiento de la población.
El perfil del envejecimiento de nuestra gente y de otras naciones debe tener en cuenta la falta del capital humano.
La ausencia de alimentos se debe muchas veces a las guerras. Norman Borlaug, premio nobel por sus investigaciones agrícolas, desbloqueó el síndrome malthusiano de falta de esperanza en la agricultura para la alimentación.
Los pensamientos del premio nobel Amartya Sen impulsaron los principios del desarrollo, el premio nobel Gary Becker demostró el papel decisivo de la familia en la formación del capital humano.
El reto del vacío demográfico que enfrentamos desde ahora debemos vencerlo con esperanza y acciones concretas, no podemos colocarlo debajo de la alfombra.
El autor es diplomático.