Movilidad urbana

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Las ciudades han evolucionado a conceptos amigables con las personas. La idea es la creación de ambientes donde ellas ocupen el centro y la ciudad gire en torno a su bienestar y buen vivir. Esto implica el desarrollo de parques, áreas verdes y lugares para practicar deportes, así como aprovechar la recreación familiar y tener la seguridad ciudadana como uno de sus ejes, entre otros.

Tristemente, estamos lejos de lograrlo. Vivo en un cantón, Curridabat, invadido y partido por las presas mañaneras de los que vienen a San José y, por las tardes-noches, de los que regresan a Cartago y alrededores. Con tal cantidad de autos transitando por medio cantón, toda iniciativa, municipal o comunal, choca contra un problema infranqueable hasta que se concluya la Florencio del Castillo. ¿Cuánto debemos esperar?

Debemos avanzar en pos de lograr la transformación urbana. Lo que pasa por innovadores cambios: reducir el número de unidades de transporte público, desarrollar las interlíneas, llevar el tren eléctrico, abrir espacios peatonales y, por supuesto, incorporar ciclovías para facilitar la bicicleta como mecanismo cotidiano de transporte, lo que desahogará las calles y combatirá el sedentarismo con efectos importantes en nuestra salud y la factura hospitalaria nacional.

Esto significa un importante cambio de paradigma, que no implica descubrir cosas nuevas, basta con ver las grandes ciudades de los países desarrollados, lección que quisieron transmitirnos los y las embajadoras de la Unión Europea cuando el Día del Ambiente viajaron por la recién señalada ciclovía desde el hospital San Juan de Dios hasta Cuesta de Moras; vestidos enteros, corbatas, enaguas o tacones altos no fueron obstáculo para transitar en bicicleta.

Casualmente, la semana pasada se celebró el Primer Congreso de Movilidad Urbana, iniciativa que surgió en la Asamblea como una propuesta multipartidista, que permitió reunir a ambos vicepresidentes, ministros, jerarcas de entidades públicas involucradas, países amigos, grupos de la sociedad civil, expositores extranjeros y nacionales de primer orden, todos con la tarea de avanzar en una propuesta nacional que enlace a los involucrados, cada uno con sus responsabilidades definidas y esperamos que con un cronograma de implementación.

El éxito de esta propuesta probará que hay una importante agenda por encima de las diferencias partidarias.

Nuria Marín Raventós es licenciada en Derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en Artes liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.