Migrantes cubanos

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Nuestro territorio fue transgredido por el ingreso ilegal de poco más de 1.000 cubanos. Vale preguntarse si pudimos haber tomado más acciones preventivas para evitar las acciones vandálicas de esta semana.

Fue luego de una reunión en la Presidencia con el canciller, la directora de Migración y el ministro de Seguridad que el gobierno decidió blindar las 24 horas nuestra frontera y reforzar la presencia policial, ¿por qué no antes? No era difícil de prever lo que pasó. Más de 2.000 cubanos “atrapados” en el país vecino, un gobierno panameño con deseos de repartir la carga y un gobierno costarricense un tanto ingenuo, ¿qué podíamos esperar?

Desde principio de abril, el señor canciller había dejado más que claro que nuestro país no estaba en condiciones de recibir a más cubanos y premonitoriamente reconocía el peligro de que el problema se viniera hacia nuestro territorio.

Los costarricenses hemos cumplido con creces nuestra cuota de solidaridad ante el problema de los migrantes cubanos, hay hermosas historias para demostrarlo, pero no podemos asumir más cargas.

Vale recordar el escaso respaldo regional e internacional, lo que nos obligó a tomar de los bolsillos de los costarricenses millonarios recursos para el apoyo y manutención de más de 8.000 isleños por varios meses.

Si no ponemos un alto como país, y en tanto el problema estructural de fondo no se resuelva, estaremos coincitando a más cubanos a arriesgar sus vidas en su anhelo por llegar a los Estados Unidos.

El problema estructural de fondo proviene de Cuba por sus pobres condiciones de vida y la falta de oportunidades, la apertura de Ecuador de sus fronteras, aunque ahora más restrictiva, y desde luego a la anacrónica Ley de Ajuste, que da un tratamiento privilegiado a los cubanos que lleguen a territorio estadounidense.

Lo que está claro es que en lo inmediato difícilmente habrá un cambio. Ni la economía ni las oportunidades mejorarán en un futuro próximo en Cuba, y el presidente Obama tiene poco margen de maniobra, al estar Estados Unidos en un año electoral, persistir fuerzas en el Congreso opuestas a una mayor apertura con Cuba y contar los republicanos con mayoría en ambas cámaras.

Costa Rica tendrá que continuar con sus fronteras blindadas en tanto el tema de fondo no se resuelva. Lamentamos el drama humano detrás de esta crisis, pero no podemos asumir más responsabilidades que no nos corresponden.

Nuria Marín Raventós es licenciada en Derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en Artes Liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.