Ley de Parques Nacionales, una ley... en contra

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Es inconcebible que los conductores que viajan en la ruta 32 hacia Limón expongan la vida a accidentes, o que el ICE contamine más el ambiente con el humo de sus plantas térmicas, o que los ciudadanos paguen caros recibos de electricidad, simplemente porque hay una ley que los diputados no se han atrevido a ajustar.

Se trata de la Ley de Parques Nacionales, que es de extremos. Por un lado, es una dicha, ya que le da al país ese verde admirable, pero es un martirio, pues convierte en intocables, de manera irracional, a los parques.

Por ejemplo, esa ley impide al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) arreglar los taludes o construir las cunetas y túneles urgentes para contrarrestar derrumbes o accidentes en la vía que atraviesa el Parque Nacional Braulio Carrillo, como lo dijo a este diario el ingeniero David Meléndez, director de Emergencias del MOPT.

Es incompresible que el riesgo para más de 35.000 vehículos y las personas que pasan a diario por ahí sea ignorado.

Lo inconcebible se repite con el desaprovechamiento de energía geotérmica en los parques nacionales donde hay volcanes.

El ICE ha rogado explotar esa energía, pues es 10 veces más barata que la térmica y de mínimo impacto ambiental, en comparación con las plantas de combustible que, solo en este primer trimestre, quemaron 124 millones de litros de búnker, un 26% más que en el mismo periodo del año pasado. ¡Polución!

La solución la tienen los diputados, que pueden reformar la ley para permitir la extracción de gas caliente (que se reinyecta a la tierra) o segregar parte de un parque, reponiendo el territorio con otro aledaño.

El artículo 50 de la Constitución Política dice que “toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado...”, y que “el Estado garantizará, defenderá y preservará ese derecho”.

Este artículo debe aplicarse al pie de la letra para estimular la energía geotérmica (limpia), pues es ilógico que se proteja el subsuelo de un parque, pero se ignore la contaminación que lanzan al ambiente los quemadores térmicos del ICE.

La reforma a la Ley de Parques Nacionales, a sus artículos 8 y 12, es esencial porque es causa de accidentes en la vía a Limón y de mayor contaminación al desaprovechar el potencial energético de volcanes, que todos los días se esfuma al aire.