La Caja ante una doble crisis

En la Caja Costarricense de Seguro Social los problemas crónicos se tornaron agudos

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La Caja Costarricense de Seguro Social vive una doble crisis. Su dimensión más seria y sustantiva tiene naturaleza estructural o sistémica: los problemas acumulados desde hace años, que cada vez pasan una mayor factura. La otra dimensión es coyuntural: el actual manoseo político, impulsado por el afán de control y centrado en repartir culpas y disparar ideas inconexas de supuestas soluciones, sin norte claro ni pericia en la gestión.

Ambas crisis interactúan entre sí, y han precipitado a la institución en una centrífuga de deterioro alarmante. Peor aún, no se ve la luz al final de este túnel.

Las anclas de los problemas estructurales son muchas y, sin duda, preceden la actual administración. Resumo las principales: 1) Una junta directiva integrada con criterios corporativistas. 2) Una administración poco estratégica y proactiva. 3) Infinidad de silos organizacionales que dificultan la gestión coherente. 4) Limitados esfuerzos de prospección, previsión y planificación para asumir los cambios sociodemográficos que la presionan. 5) Escasa o muy imperfecta recopilación y análisis de datos, costos y beneficios. 6) Gremios múltiples que han frenado el cambio. 7) Tendencia a resolver los retos inyectando recursos —cada vez más escasos—, no impulsando innovaciones. 8) Escasa vinculación y coordinación con otros sectores de Salud que podrían inducir una mayor eficiencia.

Lo anterior explica, en buena medida, problemas como la crisis de financiamiento, las listas de espera, la suspensión de proyectos, el éxodo de especialistas, la migración de muchos ciudadanos hacia la medicina privada y absurdos como no atender a pacientes con cédula vencida.

Unos pocos de esos males, en buena hora, han sido revelados por la nueva administración; otros, le han caído encima. Además, ha vuelto a abrir la discusión sobre los métodos de financiamiento. Sin embargo, la arbitrariedad de muchas decisiones, la retórica hiperbólica, la apuesta por el conflicto, las medias verdades y el deseo de concentrar, no usar mejor, el poder, han neutralizado los destellos de lucidez y alienado a valiosos profesionales.

Así, los problemas crónicos se han tornado agudos. Lo peor es que la visión estratégica, la coordinación y la acción metódica necesarias para atenderlos, nunca abundantes, son ahora más escasas.

Correo: radarcostarica@gmail.com

Twitter: @eduardoulibarr1