Invertir en docentes

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“Invierta en el futuro, invierta en los docentes”. Este fue el llamado de la Unesco para la celebración, el pasado 5 de octubre, del Día Mundial de los Docentes, y ¡qué razón tiene!

En la misma línea, el equipo de la ONU que ha venido trabajando los objetivos de desarrollo post-2015 ha preseleccionado, en el denominado “Borrador cero”, a la educación como uno de los objetivos y, en el apartado 4.9, establece: “Mejorar antes del 2030 la calidad de la enseñanza promoviendo la formación de los docentes”.

En la consulta mundial realizada con miras al 2015 se destacan como factores esenciales para reforzar la eficacia de la labor pedagógica las condiciones de empleo favorables: contratos y salarios adecuados, las perspectivas de carrera y promoción profesional, y la capacitación previa y durante el ejercicio del magisterio.

Resultan interesantes dos estudios publicados recientemente: el de un grupo de académicos, al lado de GEMS Education Solutions, que construyó un “índice de eficiencia”, y el informe anual de la OCDE, “ Education at a Glance 2014 ”. Cuando se tomó en cuenta, entre otros factores analizados, la cantidad de estudiantes en las clases y su desempeño en la prueba PISA, se determinó que existe una débil relación entre ambos, al mostrase cómo la proporción es alta en Corea y Finlandia (tercer y quinto puesto, respectivamente), en tanto que, en Francia y Noruega, con menos estudiantes por docente, ocupan en desempeño los lugares 25 y 30.

La calidad de los docentes tiene un impacto mucho mayor que el número de estudiantes en el aula y otros factores, y, por eso, invertir en capacitación a lo largo de su carrera profesional resulta más efectivo en beneficio de los alumnos.

Ahora que, en el país, se trabaja para concretar el compromiso de invertir el 8% del PIB en educación, ambos estudios arrojan una luz de cómo asignar nuestros recursos con mayor efectividad. Además, habiendo tantos docentes con gran vocación y compromiso, nada mejor que invertir en ellos, lo cual redundará con creces en bien de nuestros niños y jóvenes.

Así podremos construir el futuro y corregir errores como los que nos señaló el pobre desempeño de profesores de matemáticas, de acuerdo con un reciente diagnóstico del Ministerio de Educación Pública, tema altamente preocupante por lo que implica y por la materia de que se trata.

Es importante escuchar a nuestros docentes (IV Informe de la Educación), quienes consideran que el momento idóneo para capacitarse no es en diciembre, sino al inicio del ciclo, pues conocen el nivel a impartir, y, además, solicitan que, luego de recibir la capacitación, se les brinde acompañamiento y seguimiento.