Interpelación a un diputado

En lo tocante a la pandemia, sus actuaciones y ejemplo han tenido complicadas implicaciones públicas y debe responder por ellas

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La historia, por el momento, es así, sin adjetivos: un señor diputado a la Asamblea Legislativa es antivacunas y durante meses promueve la desinformación sobre la pandemia («es un asunto político», dijo).

Le da covid-19, tiene que ser internado en un hospital de la seguridad social y tratado con recursos públicos; luego, contra la recomendación del personal médico, abandona prematuramente el centro de salud, se sume en el silencio público durante días, reaparece en el plenario luego de vencerse su orden sanitaria, dice que no tiene nada que declarar, rehúsa ser entrevistado, se niega a ser vacunado y se declara víctima de ataques del gobierno y las redes sociales.

Mientras tanto, agrego, suceden otros hechos relevantes: la Sala Cuarta resuelve que la vacunación obligatoria no atenta contra las libertades constitucionales; la campaña de vacunación entra en una fase difícil, de avance lento, pues ahora hay que ir a buscar a las casas a poblaciones rejegas, casi una a una; la gran mayoría de las personas hospitalizadas, que han saturado por semanas las unidades de cuidados intensivos, no están vacunadas; finalmente, la ola pandémica que experimentábamos desde abril parece ceder, aunque el país aún está en un nivel alto y peligroso. Errores, como permitir actos masivos, resistirse a la vacunación o no lograr una cobertura por encima del 80 % de la población, dejan al país vulnerable a nuevas tragedias.

Con estos antecedentes, me gustaría preguntar al señor diputado tres cosas. Espero respuesta porque es una figura pública, representante ciudadano, y como tal, obligado a rendir cuentas por sus actos y dichos: ¿Aún cree que la covid-19 es puramente un asunto político o reconoce que es una enfermedad peligrosa y real? ¿Seguirá oponiéndose a la campaña pública de vacunación contra la covid-19 o, por el contrario, la apoyará? ¿Qué mensaje daría hoy a las familias de las más de seis mil personas fallecidas por covid-19, que usted calificó como «asunto político»?

Confieso que no he seguido con mucha asiduidad el desempeño legislativo del señor diputado. Sin embargo, en lo tocante a la pandemia, sus actuaciones y ejemplo han tenido complicadas implicaciones públicas y debe responder por ellas. El silencio no es una opción ni hacerse el gato bravo. Además, usó recursos públicos para atenderse de un padecimiento y eso me interesa también.

vargascullell@icloud.com

El autor es sociólogo.