Intelectual orgánico

Don Eduardo Lizano Fait es el intelectual orgánico ‘par excellence’ de la modernización del país

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Hace un siglo, Antonio Gramsci, uno de los más destacados teóricos marxistas, acuñó el concepto de “intelectual orgánico”. Quería denotar a ese reducido grupo de intelectuales de primer nivel que en toda sociedad orientan con sus ideas el ejercicio del poder político y cultural de una clase social, o de varias.

Desde esta perspectiva, don Eduardo Lizano es el intelectual orgánico par excellence de la modernización del país, plasmada en la estrategia de desarrollo que a finales del siglo pasado cambió el viejo modelo de sustitución de importaciones, liberalizó la economía, la abrió a flujos de comercio e inversión internacional, modificó las relaciones entre el Estado y los mercados y abrió paso a nuevos grupos de poder económico y político.

Debido a lo anterior, no pocas personas etiquetan a don Eduardo como el sumo pontífice del neoliberalismo local. Sin embargo, no es lo mismo ser un intelectual orgánico que la cabeza de esa dogmática, error que, por cierto, cometen tanto seguidores como críticos, que asocian la modernización con la utopía del Estado mínimo. La verdad es que hay heterodoxia en su pensamiento: desde los inicios de este siglo planteó la necesidad de complementar la liberalización económica con la ampliación de la inversión social, especialmente en educación pública. En sus obras queda clara, además, la importancia de que el Estado retenga capacidades para la planeación estratégica del desarrollo, al que no reduce a crecimiento económico.

Don Eduardo siempre ha pensado a Costa Rica en clave de economía política: las instituciones, la democracia y los actores sociales y políticos son elementos medulares para entender la viabilidad de un proceso. En esto desafía la ortodoxia económica, que considera la política como variable exógena y la economía como un sistema neutral. Para él, la política económica es acción política, es ejercicio de poder, y así lo practicó como presidente del Banco Central.

Tener visión estratégica le ha permitido a este gran intelectual seguir planteando nuevas ideas para relanzar el desarrollo del país, mientras que mucho del debate sigue anclado en el pleito de recetas. También muestra que, por respetada que sea una persona, las realidades del poder retoman selectivamente sus ideas. Otra cosa es decir que es un pensador infalible o neutral, cosa que no va con él ni con su forma de ver el mundo, tan lejos de los dogmas.

vargascullell@icloud.com

El autor es sociólogo, director del Programa Estado de la Nación.