Horizontes: Trump en sus nubes

La Cámara de Representantes convocó para este miércoles la votación de los cargos contra el mandatario.

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Se anticipa votar este miércoles en la Cámara Baja del Congreso estadounidense la etapa inicial del proceso para la posible destitución del presidente Donald Trump. Los magos de las cifras aseguran que, a la hora de las definiciones, habrá una votación próspera para deshacerse de él.

El líder demócrata, Chuck Schumer, expuso, en nombre de su fracción, un plan detallado para un juicio en la Cámara Alta que incluye un listado de los hechos y de testigos que se han abstenido de declarar, así como documentos que la Casa Blanca se ha dilatado en entregar.

El senador Schumer propuso que el juicio se inicie el 7 de enero, lo cual daría a cada una de las partes un plazo fijo para exponer sus alegatos, así como un detalle de los testigos clave, que la Casa Blanca no ha presentado. Se presume, entre ellos, a Mick Mulvaney, jefe provisional del despacho presidencial, y John Bolton, exasesor en asuntos internacionales del presidente.

De importancia central será un grupo de republicanos de perfil moderado que da señales de adherirse a la tendencia a favor del impeachment, ruta que parece expandirse. Entre los síntomas más notorios del crecimiento en los votos para despedir al mandatario están las expresiones en los medios de comunicación de un impulso pro juicio político.

Así, ayer, el New York Times, oráculo liberal, publicó un extenso y vistoso espacio, suscrito por tres prominentes asesores electorales de tendencia republicana, urgiendo al Altísimo por un maremoto contra Trump. Sí, amigos, así marchan las pugnas electorales en la tierra del Tío Sam.

En todo caso, analistas de diferentes bandos no deberían olvidar que se vive un espíritu de jauja en Estados Unidos.

Ese sentimiento nacional augura inundar las urnas legislativas con el sentimiento positivo de que vale la pena “jugársela” reeligiendo a Trump en vez de apostar por los portabanderas de los nublados tiempos del pesimismo, no muy distantes, por cierto.

¿Fue Obama un presidente afortunado? Sí, sin duda. Trump, por su parte, ganó gracias a su flaca victoria en tres estados: Pensilvania, Michigan y Wisconsin, donde Obama había ganado, pero Hillary Clinton perdió.

Esto hizo que Trump saliera victorioso en el Colegio Electoral, a pesar de que Hillary se alzó con el voto popular por más de 3 millones de diferencia.

jaimedar@gmail.com

El autor es politólogo.