Horizontes: Guerra contra Kavanaugh

Brett Kavanaugh no tiene el camino fácil para llegar a la Corte Suprema de Justicia de EE. UU.: dos mujeres lo acusan de acoso sexual. Este juefes se decidirá el desenlace de esta novela.

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Los grandes problemas de la guerra y la paz en el mundo han debido ceder su preeminencia en Washington, donde un subcomité del Senado está enfrascado en ratificar la elevación de un juez para la Corte Suprema de Justicia. En la presente votación, está claro que el turno favorecería a los republicanos, que son mayoritarios y postulan al juez Brett Kavanaugh.

En el pasado se han presentado situaciones en que los votos en el subcomité no se acomodan dada la independencia de los senadores para abstenerse o, bien, moverse al bando contrario. A esta categoría se agregan las manifestaciones de oposición de diversas fuentes. Es precisamente a uno de estos desenlaces que la bancada demócrata apunta para embarrialar la cancha de la administración Trump y frustrar las aspiraciones de Kavanaugh.

El aspirante tiene 53 años y sus credenciales incluyen haber colaborado en el comité del procurador Kenneth Star. Además, se graduó de Yale y cuenta con la experiencia acumulada como juzgador de instancia. Desde luego, el candidato también podría renunciar a su postulación, aunque Kavanaugh ya anunció rotundamente que no lo haría.

De cara a este contexto, se ha desatado en los últimos días una intensa campaña de medios de comunicación y demostraciones públicas de organizaciones femeninas contrarias a dicha postulación. En la época del #MeToo (Me Too Movement), según anuncian sus voceras, estarán librando una verdadera blitzkrieg para aplastar la candidatura de Kavanaugh.

Conexas a las manifestaciones, también han aparecido dos mujeres que se presentan como antiguas conocidas de Kavanaugh, a quien supuestamente acosó sexualmente décadas atrás, en épocas de estudiante y mucho antes del matrimonio del candidato.

La impresión reinante es que el presidente, Donald Trump, mantiene el proceso bajo el microscopio. El trabajo de campo está en manos del presidente del comité, el senador republicano Charles Grassley, legislador veterano de altos quilates y sobrada experiencia en estas lides. Su respuesta ha sido invitar a las dos denunciantes para una especie de careo ante el comité mañana jueves, acontecimiento que promete convertirse en el espectáculo público del año. La meta es aprobar a Kavanaugh ese mismo día.

Este capítulo nos hace recordar la confirmación del juez Clarence Thomas Jr. para la Corte Suprema de Justicia en octubre de 1991, a quien Anita Hill acusó de haberla acosado sexualmente.

jaimedar@gmail.com