General con amnesia

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Esto es para no olvidar. No eran cosas, no eran animales, eran vidas humanas. Las de 184 hondureños y extranjeros que en la década pasada desaparecieron y no dejaron rastro. Desaparecieron por razones ideológicas, por ser izquierdistas y disentir de las fuerzas de seguridad. Hoy, con gran descaro, el jefe militar de Honduras, general Luis Alonso Discua, reclama el olvido de esta época oscura de la Guerra Fría. Sin ninguna vergüenza, demanda amnistía para los militares involucrados en la masacre, alegando que es la única forma de que haya "reconciliación".

"Vivimos -dijo- en un estado de derecho que nos da seguridad jurídica y han habido tres amnistías. Si buscamos el espíritu de esas amnistías está claramente definido. Si buscamos qué quiere decir amnistía, quiere decir amnesia."

¡Qué desfachatez! ¡Qué ignorancia la de este militar! Su apego literal al diccionario le hace desconocer que la reconciliación no se logra olvidando, sino castigando los abusos por los muchos secuestros, torturas y crímenes. Solo así se aminora la furia interna de los familiares que perdieron seres queridos en actos de barbarie.

El amnésico general se vale ahora de decisiones políticas -como las amnistías decretadas en 1987 y en 1991- para exigir perdón. Esas amnistías son producto del voto de políticos manipulados por sus partidos y por su propio ejército. No valen nada pues son producto de la corrupción humana.

Da lástima ver que el general ya no sabe que quien viola la justicia debe tener la valentía de enfrentarla y no rehuirla gracias al poder que le da un rifle o un cañón. Ahora, si su ejército quiere lavarse la cara, que lo haga, pero limpiamente, sin matráfulas y menos con amenazas al poder civil.

Desgraciadamente no es así. El militar no ha sido respetuoso porque en su país el presidente Carlos Roberto Reina muy poco reina.