Escenarios y estrategias para el futuro

Los ejercicios de prospectiva ayudan a organizaciones y gobiernos a tomar decisiones informadas y planificar el mañana considerando diferentes escenarios y tendencias

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Una de las cuestiones cruciales de la economía es qué producir. La pregunta la formulan todo el tiempo individuos, empresas y países. Se puede decir que las decisiones de producir dependen, entre otras razones, de la demanda del mercado, la disponibilidad de recursos, los costos de producción, la tecnología disponible, las políticas y regulaciones y la competencia.

Extendiéndolo al comercio internacional, David Ricardo —hace 200 años— afirmaba que un país debía producir aquello para lo cual tiene ventaja comparativa, es decir, que su costo de oportunidad es más bajo que el de otros.

Las decisiones sobre producción y exportaciones son más desafiantes en un mundo caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, como el actual.

Volatilidad se refiere a la velocidad y magnitud de los cambios en el entorno. La volatilidad puede ser causada por factores como la tecnología, la globalización, la competencia y los cambios en las políticas gubernamentales.

La incertidumbre alude a la falta de claridad y predictibilidad en el entorno. La complejidad tiene que ver con la interconexión y la interdependencia de los sistemas y procesos que originan brechas de gobernabilidad.

La complejidad puede ser causada por factores como la diversidad cultural, los cambios demográficos y los avances tecnológicos. Finalmente, la ambigüedad se refiere a la falta de claridad y comprensión en la interpretación de la información disponible. La ambigüedad puede ser producto de factores como la falta de datos confiables, la ausencia de contexto y la interpretación subjetiva.

Prospectiva

¿Cómo anticipar y enfrentar las disrupciones que emergen en el entorno actual? Un campo del conocimiento poco explorado es la prospectiva. La prospectiva es una disciplina que se enfoca en el análisis de tendencias y escenarios futuros, con el fin de tomar decisiones estratégicas y anticipar posibles cambios y desafíos con el potencial de afectar a una organización, una empresa o a la sociedad en general.

Esta disciplina se basa en la recolección y análisis de datos, y en la aplicación de técnicas estadísticas y modelos predictivos para evaluar posibles escenarios futuros. En el ámbito de la economía, la prospectiva es utilizada para identificar oportunidades de crecimiento y desarrollo, y para prever posibles riesgos y amenazas futuros.

Los ejercicios de prospectiva ayudan a las organizaciones y a los gobiernos a tomar decisiones informadas y a planificar el mañana de manera estratégica, considerando diferentes escenarios y tendencias. Estos ejercicios son especialmente útiles en un ambiente de incertidumbre y cambio constante, donde es fundamental estar preparados para adaptarse a las variaciones en el tiempo.

Cinco pasos

De una actividad organizada por la Academia de Centroamérica, se extraen los siguientes elementos para llevar a cabo un proceso exitoso de prospectiva económica:

1. Identificación de tendencias: el primer paso para realizar un ejercicio de prospectiva es identificar las tendencias relevantes que podrían afectar el área o la industria que se esté analizando. Esto incluye factores demográficos, tecnológicos, económicos, políticos, sociales, culturales.

2. Análisis de impacto: una vez identificadas las tendencias, se evalúa el impacto que podrían tener en el futuro. Es necesario considerar tanto los efectos positivos como los negativos que derivarían de estas tendencias.

3. Construcción de escenarios: en este paso se construyen diferentes escenarios futuros, basados en las tendencias y los efectos identificados en las fases anteriores. Estos escenarios son optimistas, pesimistas o intermedios, y deben considerar diferentes variables y posibles resultados.

4. Evaluación de los escenarios: una vez construidos los escenarios, se evalúa cada uno de ellos para determinar su probabilidad y su impacto potencial. Esto permite identificar los escenarios más probables y los más relevantes para la toma de decisiones.

5. Planificación estratégica: por último, se utiliza la información obtenida en los pasos anteriores para diseñar estrategias y planes de acción.

Anticiparse a cambios en los patrones

En un artículo reciente, mencioné el concepto de complejidad económica, la cual es la medida de las capacidades y conocimientos que intervienen en la producción de un bien o servicio. Con el desarrollo vertiginoso de tecnologías de machine learning (aprendizaje automático) e inteligencia artificial, la complejidad económica logra predecir y explicar las trayectorias económicas de países, regiones y ciudades.

Conociendo la relación entre las economías y las actividades actuales y potenciales, es posible anticipar cambios en los patrones de especialización, crecimiento, empleo, desigualdades e incluso emisiones de carbono.

De esta forma, la complejidad económica y los conceptos derivados se constituyen en una herramienta valiosa de prospectiva para establecer los escenarios que sirvan de insumo a la formulación de políticas públicas de comercio exterior y atracción de inversión extranjera directa.

Apoyándose en estos procesos y herramientas, el Comex y Procomer, en conjunto con el sector privado, serían capaces de revelar aquellas industrias y sectores donde el país tenga ventaja comparativa y enfocar sus programas.

En términos prácticos, la complejidad económica nos ayuda a responder cuál es la siguiente industria como Intel que puede establecerse en Costa Rica, cuál es el otro sector que liderará las exportaciones y creará empleo como los dispositivos médicos, cuáles son las intervenciones necesarias para facilitar los procesos de establecimiento de las nuevas industrias y cómo conseguir encadenamientos eficaces para atraer empresas hacia las zonas rurales, a fin de brindar empleo y bienestar.

Afortunadamente, tenemos en Costa Rica las capacidades institucionales y humanas para ejecutar un proceso de prospectiva económica que permita aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos identificados en los diferentes escenarios futuros.

La responsabilidad de los procesos prospectivos no debe recaer enteramente en el Gobierno, sino que se recomiendan mecanismos que promuevan la cooperación público–privada, incluido el papel fundamental que desempeña la academia.

victor.umana@incae.edu

El autor es economista.