Educación e innovación

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Velocidad, conectividad y cambio. Estas son las características del siglo XXI, que demandan profundas transformaciones en nuestra forma de educar. Los conocimientos, si bien son importantes, no son suficientes; se requiere, además, que los estudiantes aprendan a aprender, a innovar y a adaptarse.

Según Buckminster Fuller, creador de la curva de duplicación del conocimiento, hasta 1900 el conocimiento humano se duplicaba cada siglo; tras la Segunda Guerra Mundial, cada 25 años; en tanto, en la actualidad, el promedio es de 13 meses. Según algunos expertos, la Internet de las cosas significaría en algunas áreas la duplicación en 12 horas.

Precisamente este año, el Foro Económico Mundial escogió como tema La Cuarta Revolución Industrial ante los cambios y transformaciones que vivirá la economía mundial y el mercado laboral en los próximos años. Millones de empleos se perderán producto de los avances en el desarrollo de la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y la impresión en 3D. Otros millones se crearán, pero serán mucho menos que los perdidos y demandarán de quienes los ocupen nuevos conocimientos y destrezas.

En este retador entorno urge preguntarse: ¿Estamos formando adecuadamente a nuestros jóvenes? ¿Cuentan nuestros trabajadores con opciones de formación continua que les permita mantenerse actualizados en los avances de punta en su área de ocupación? ¿Contarán el país y las empresas con el talento humano que necesitaremos en el futuro? La respuesta es: no lo suficiente.

Ello hace más relevante la visita a nuestro país de Johanna Wanka, ministra Federal de Educación e Investigación de Alemania, país líder en educación dual, que se ha propuesto ser el campeón mundial en innovación y un actor, aún más relevante, en cooperación internacional (ej. becas a extranjeros y transferencia de know-how a otros países).

La educación dual es una modalidad en la que el Estado, la empresa y los actores sociales se unen para brindar una opción que combina la formación profesional con la práctica, que permite a los estudiantes desarrollar competencias personales y sociales, así como el manejo de tecnologías, procesos y razonamiento lógico para resolver problemas.

Además de brindar educación con altos estándares de calidad y acreditación, el sistema ha resultado invaluable por su flexibilidad y capacidad de generar programas y perfiles acordes con las necesidades cambiantes del mercado, circulo virtuoso del cual debemos aprender.

Nuria Marín Raventós es licenciada en Derecho por la Universidad de Costa Rica y máster en Artes Liberales por Harvard University. Es cofundadora y vicepresidenta del grupo empresarial Álvarez y Marín Corporación.