Directivos de barriada

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Los conflictos que ocurren en juntas directivas de los bancos públicos; el debilitamiento del gobierno corporativo de algunos de esos bancos; el final trágico de Bancrédito... todo, es el resultado de lo que este Gobierno quiso sembrar.

No hay quite. En tres años de mandato, el Consejo de Gobierno ha designado 16 de los 28 puestos directivos en los bancos Bancrédito, Nacional, de Costa Rica y Popular. Un 57% de los directores traen el sello de este Gobierno... y con ello, comenzaron los problemas.

La palabra que más se repite en el discurso de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) es “idoneidad”... o falta de ella para cumplir las funciones.

No llevaba ni año esta Administración, cuando, en enero del 2015 el superintendente Javier Cascante habló de la necesidad de mayor “rigurosidad” en la calidad de las personas que se designen para gobernar bancos públicos. “No pueden ser personas que lleguen simplemente a firmar una decisión”. “Queremos evitar las ocurrencias. Todo respaldado con estudios técnicos”, justificó Cascante.

Como que su preocupación no fue escuchada. Vinieron los problemas de directivos del Banco Nacional que intentaron adueñarse de más puestos en juntas de subsidiarias, lo cual les iba a generar un aumento en su paga.

Se vino el agarronazo callejero, de barriada, en la Junta Directiva del Banco de Costa Rica, que en lugar de cumplir una función de gobernar y velar por el fortalecimiento de esta joya financiera del Estado, la debilita con pleitos personales. Son políticos, politiqueros y gente con título en mano, pero nada más, que con sus actos y su discurso han puesto en evidencia que el Consejo de Gobierno no se tomó un minuto para evaluar si eran los idóneos para administrar el dinero público.

Cascante, hace ocho días, dijo que los directivos bancarios deben tener “cualidades éticas y morales que les permitan cumplir con una adecuada gestión de los conflictos de interés. Cuando esto no se cumple, empiezan a haber problemas”, como ahora.

Diplomático, pero más directo, el superintendente remarcó otra vez esa falta de idoneidad... Y solo queda recriminar a Casa Presidencial, la gran responsable.