De nuevo Venezuela

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Fue aleccionador escuchar en Costa Rica a dos valientes jóvenes venezolanos: el diputado Lester Toledo, con orden de detención, y Víctor J. Barboza. Ambos describieron por qué jóvenes como ellos están dispuestos a dar sus vidas o libertad para recuperar la democracia en su país.

“En Venezuela, los jóvenes mueren a mano de otros jóvenes”. Desde el 1.° de abril, muere una persona al día, el número oficial de heridos es de 1.000, pero la oposición habla de 15.000. Se vive una crisis humanitaria, no hay medicinas y existe una aguda falta de alimentos y servicios básicos como el agua y la electricidad. El papel higiénico es un lujo.

No hay libertad de prensa ni de expresión, los opositores, como Leopoldo López, están presos, son torturados o se les niega el derecho de tránsito; ejemplo: la anulación del pasaporte a Henrique Capriles.

No hay democracia, ni respeto a la Constitución, ni división de poderes, y la ilusión que despertaron las parlamentarias ganadas por la oposición y la posibilidad de un referendo revocatorio han cedido frente al control del gobierno de los poderes judicial y electoral, igual que del Ejército. Maduro ha llamado a una constituyente que consolidaría, aún más, su poder dictatorial.

Como luz de esperanza, sobresale una valiente mujer, Luisa Ortega Díaz, fiscala general de Venezuela desde el 2007, quien ha incoado acciones contra los magistrados de la Sala Constitucional. Ha cuestionado el nombramiento de los 13 magistrados y 20 suplentes en diciembre del 2015 y las acciones contra el Parlamento. Ha presentado más de 1.400 procesos contra las fuerzas policiales. El ministro de Defensa, por su parte, ha reconocido los excesos en la represión de las protestas y la OEA ha sido categórica al señalar que en Venezuela no habrá impunidad por actos de lesa humanidad.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, ha apoyado a la fiscala general, los llamados de la Santa Sede y la intervención de la Conferencia Episcopal venezolana para retomar la hoja de ruta: liberación inmediata de presos políticos, abrir un canal humanitario para alimentos y medicamentos, trazar un cronograma electoral (elecciones adelantadas) y el respeto, autonomía y pleno funcionamiento de la Asamblea Nacional. Por el pueblo venezolano, esperamos que la paz y la democracia estén cerca.