Cultura, la cenicienta

Las artes y letras son parte integral de la educación de las personas y del acervo cultural de las naciones

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De la mano de las enseñanzas de mi padre, José Marín Paynter, pianista clásico, quien fue director de Artes Musicales, decano de Bellas Artes y uno de los impulsores de la Orquesta Sinfónica Nacional; mi abuelo, José Marín Cañas, premio Magón a la Cultura; y mi madre, Nury Raventós, historiadora de la Escuela de Estudios Generales, aprendí que las artes y letras son parte integral de la educación de las personas y del acervo cultural de las naciones.

Esa Costa Rica que entendió que “además de tractores eran necesarios los violines” y que creó un ministerio a cargo de la cultura, está hoy en un estado catatónico, con una de las más altas corridas de talento, con 17 salidas a hoy, y bajo la amenaza de las más altas autoridades de quitarles, una vez más, su exiguo presupuesto.

La cultura y lo que esta aporta a la ciudadanía no es apreciada y peor aún, la convierten en la cenicienta del gobierno. Recordemos que a pocos meses de iniciada la administración Chaves se trató de quitarle dineros para sufragar parte del aumento salarial de ministros y viceministros y un año después, se anuncia que el recorte se da como “castigo por guardar la plata en la gaveta”, según manifestara el ministro de Hacienda. Si hay problemas de ejecución cambien a la jerarca, pero no sacrifiquen la cultura.

Si el “fiasco” fue una página difícil de asimilar en la historia de la cultura nacional, los recortes anunciados por ¢4.000 millones y los despidos de los jerarcas respectivos ponen en peligro tanto la realización del Festival Nacional de las Artes en este año, como el Festival Internacional de las Artes del 2024.

Las declaraciones de María Irene Monterroso, violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional, quien externa su preocupación y la de muchos de sus compañeros en cuanto a que este puede ser el último año de la orquesta por encontrarse en cuidados paliativos, obligan a actuar y a reprochar que suceda una calamidad así, por falta de visión de unos pocos o por castigar la mala ejecución de su jerarca.

Otro órgano del mismo ministerio, el Archivo Nacional, el llamado al resguardo de nuestra memoria histórica también alarma al saberse que la razón del despido del hoy exdirector fuera precisamente el señalamiento del peligro de la falta de presupuesto.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.