Cuatro proyectos para desarrollar sin dinero del Estado

El canal seco, un eje aeroportuario, servicios turísticos sofisticados y energía mareomotriz atraerían divisas al país

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Una de las observaciones del libro El final de la pobreza, escrito por el economista Jeffrey Sachs, es que las sociedades más prósperas son aquellas donde circulan con mayor velocidad los bienes, los servicios y las personas.

La circulación atrae divisas a la economía. En Costa Rica la atracción de divisas se ha incentivado por tres vías: las exportaciones, el turismo y la atracción de inversión extranjera. Hay una cuarta: la oferta de grandes proyectos de servicio al mundo.

Voy a citar algunos, los cuales pueden financiarse, no con los magros recursos del erario, sino a través de alianzas público-privadas o incluso por medio de inversión privada.

Empiezo con el gran centro intercontinental de distribución de mercancías en el corazón del continente. El proyecto, popularmente conocido como canal seco, es muchísimo más que un simple paso para mercancías. Los detractores de la idea creen que se trata de una versión terrestre del canal de Panamá, pero va más allá.

El canal seco es un centro logístico de distribución mundial de mercancías, las cuales, desde todos los puntos del planeta, llegan al centro de América y desde aquí son redistribuidas por vía marítima y aérea al resto del continente.

A manera de ilustración: un enorme buque pospanamax desde Europa cruza el Atlántico y deja su mercadería en Limón. No toda debe necesariamente cruzar el continente por un canal hacia el Pacífico, pues mucha será trasladada en buques menores a otros puertos en el continente, ubicados en el mismo océano, o bien, por vía aérea.

El megaproyecto está mal llamado, porque lejos de ser un canal seco es un centro logístico de distribución mundial de mercancías en la cintura de nuestro continente. Algo que, en términos de valor agregado, brindaría mucho más que solamente una obra de infraestructura, como lo es, por ejemplo, un canal.

Su ejecución consiste en tres grandes objetivos de infraestructura; la ampliación del ya existente buen puerto de Limón, la instalación de otro puerto grande en el norte del Pacífico y la unión de ambos por vía férrea a través de las llanuras del norte del país.

Punto de conexión. Otra gran estrategia para dar servicios al mundo es un eje aeroportuario. Consiste en tres obras estratégicas: los aeropuertos internacionales de la zona sur y Limón, y una megaterminal aeroportuaria de conexiones y escalas aéreas intercontinentales. Esta última, en convenio con grandes aerolíneas del mundo que no tienen base en América, nos permitiría competir tanto con los hubs actualmente establecidos en Panamá y El Salvador, e incluso competir con las grandes terminales de Estados Unidos.

A las anteriores, debemos agregar una tercera estrategia en el campo turístico. Por su enorme diversidad biológica y sus atractivos naturales, Costa Rica es un país ideal para servicios sofisticados. A escala internacional, la combinación de ecoturismo con servicios turísticos sofisticados ha demostrado ser un imán clave de atracción de turistas con capacidad adquisitiva.

En el estado de Quintana Roo, en México, los parques ecotemáticos de Xcaret y Xel-Há, en los primeros meses de la temporada alta, atraen una cifra de visitantes de alto consumo, que se acerca a los números de lo que aquí entran al país durante seis meses.

Si vemos el escenario nacional, las ofertas turísticas sofisticadas para la clase media internacional han demostrado ser las empresas de mayor generación masiva de turistas, por el solo hecho de agregar a su actividad regular un conjunto de otros beneficios, pues el turismo de los parques temáticos han demostrado un éxito abrumador.

Eurodisney, en París, elevó la economía francesa con un aporte de 68.000 millones de euros, cerca del 8 % de los ingresos turísticos de esa nación. Ni que decir de los parques temáticos de Florida que, como es sabido, son los pilares de una próspera economía turística.

La atracción de inversiones turísticas sofisticadas debe ser una prioridad. Guanacaste, por tener aeropuerto internacional, amplios territorios aptos para un proyecto de este tipo, playas y un enorme potencial ecoturístico y cultural, se presta para que el Estado atraiga una gran inversión de estas características. Incluso, en el futuro, cuando en la zona sur o en el Caribe existan aeropuertos internacionales como el de Guanacaste, estos parques también podrían ser desarrollados allí.

Sacar provecho a las mareas. Una cuarta estrategia posible en el desarrollo de megaproyectos de desarrollo es el de la transformación de la matriz energética costarricense mediante la energía mareomotriz.

Es la que se extrae de la marea y en el mundo ha demostrado ser exitosa. Por ser desarrollada en los océanos, su huella ecológica es menor, pero no así su enorme capacidad de generar cientos de megavatios a bajo costo económico y ecológico.

Corea del Sur concluyó recientemente su planta Sihwa. Con un costo de $300 millones, tiene una capacidad de producción energética similar al proyecto Reventazón, el cual significó $1.500 millones para un rendimiento similar.

Podría citar muchos otros, empero me refiero tan solo a estos cuatro que podrían, con una clara voluntad y liderazgo políticos, hacer del nuestro un país próspero.

fzamora@abogados.or.cr

El autor es abogado.