¿Continuidad en la FED?

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Janet Yellen ha sido ratificada como la próxima presidenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED); para muchos, la segunda persona más poderosa de ese país y el puesto económico más importante del mundo. Por cierto, es la primera mujer en ocupar el cargo en sus 100 años de historia.

Gobernadora de la FED (1994- 1997), presidenta del Consejo de Asesores Económicos en el gobierno de Bill Clinton (1997-1998), expresidenta de la FED de San Francisco (2004-2010) y vicepresidenta de esa entidad desde el 2010, Yellen llegará como una de las personas con mayor experiencia al asumir la presidencia de dicha institución.

Como segunda de Ben Bernanke, ha sido fundamental en los programas de estímulo adoptados por la FED para la estabilización y recuperación de la economía, y su designación ha sido interpretada como la continuación de las políticas actuales, palabras de la misma Yellen ante el Senado.

La historia valorará en su justa dimensión la presidencia de Bernanke, a quien se le señalan yerros en la prevención e implementación de medidas para la recuperación de la reciente crisis, pero se le reconoce el éxito de evitar otra Gran Depresión como la de 1929.

La suave transición que perfila Yellen, el modesto retiro de estímulos anunciados a fin del 2013, la perspectiva de que las bajas tasas de interés seguirán por lo que resta del año (o cuando el desempleo baje al 6,5%), aunados al acuerdo presupuestario del Congreso por dos años y los prospectos de crecimiento de Estados Unidos, llevan un positivo y optimista aliento para los mercados.

Pero Yellen no solo representa la continuidad de Bernanke. Se trata también de la llegada de una visión económica más humana, acuñada desde sus años en la Universidad de Yale, presente en sus escritos, publicaciones y en su paso por diferentes instituciones bancarias, donde siempre insistió en considerar el costo humano detrás de las frías cifras económicas.

Como académica se ha enfocado en la reducción del alto desempleo crónico; por cierto, talón de Aquiles de la actual recuperación. Una clara señal fue su discurso de aceptación a la nominación, en el que mencionó su profunda preocupación por quienes no tienen trabajo y por todos aquellos que luchan por “cómo pagar las facturas y llegar al final de mes”. Claro, experimentada en la FED, conoce bien su rol y responsabilidad en materia inflacionaria.

Tal parece que, si bien Yellen representa en lo inmediato continuidad, también augura cambios. Por su papel central en nuestro más importante mercado y en la economía global, esperamos que nos herede una nueva era de mayor crecimiento y prosperidad.