Consejo Nacional de Concesiones

El país no tiene el mejor historial en materia de concesiones públicas

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El gobierno, para eximirse de la rendición de cuentas, ha institucionalizado el cambio de jerarcas como táctica para justificar la falta de avances en asuntos estratégicos. Uno de los ejemplos más recientes es el Consejo Nacional de Concesiones (CNC), dependencia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).

En un campo tan relevante como el de las concesiones, la institución ha contado con tres jerarcas. El último estuvo en el puesto menos de tres meses, de noviembre del 2023 a enero de este año, tiempo en que todos sabemos son prácticamente inoperantes por el cierre de instituciones, producto de las fiestas nacionales.

Lo grave es que de él dependen la ruta 27, el puerto de Caldera, la ampliación de la carretera hacia Cartago, la ruta 32 y el aeropuerto Juan Santamaría, todos importantísimos para la economía nacional, por ser vías de tránsito de nuestras exportaciones e importaciones, e ingreso de turistas y nacionales.

En algún momento, leí que, en materia de recursos humanos, a una persona le toma como mínimo tres años desarrollar su pleno potencial en el cargo para el que fue asignado. En lo público, hay que tener presente además que la labor es de solo cuatro años.

Ante esto, me pregunto si justamente los períodos fijos gubernamentales no exigen nombrar a los más experimentados para lograr el máximo provecho en un puesto por el interés nacional, su relevancia y por el corto tiempo con el que se cuenta para tener un impacto eficaz.

Reconociendo que el país no tiene el mejor historial en materia de concesiones públicas, por la falta de experiencia en la figura y por los errores cometidos, esto no obsta para que la materia quede al garete con fichas de recambio de pocos meses, porque lejos de ser la solución se convierten en parte del problema.

Por otro lado, un instrumento que ha sido exitoso en gran cantidad de países, que en pocos años han avanzado y acelerado sus motores de desarrollo, dejando atrás al nuestro, como son las alianzas público-privadas, evidencian que además de venir mal, este gobierno ha profundizado las falencias en la figura de las concesiones.

Mientras seguimos sufriendo el caos vial y en infraestructura, no sabemos qué pasará con los proyectos bajo la administración del CNC y cuánto más deberemos esperar para ver resultados.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga, miembro del Advisory Board del Wilson Center en asuntos para América Latina.