Buenos días: Cuando las clases vuelvan

Ojalá haya cambiado nuestra mentalidad para construir un modelo educativo acorde con los tiempos venideros

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Todavía no sabemos, a ciencia cierta, si las clases presenciales volverán en setiembre o si la covid-19 obligará a suspender el curso lectivo del 2020 en forma definitiva.

Lo que sí resulta claro es que la enseñanza, al igual que todas las actividades humanas afectadas por la pandemia, no podrá volver a ser la misma.

La emergencia sanitaria acentuó, con evidente precisión, las profundas brechas que sabíamos que existen entre la educación pública y la privada.

Mientras la mayoría de las escuelas y colegios particulares acuden a las lecciones virtuales para continuar el proceso formativo, en los centros educativos estatales la realidad es otra.

Según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), del millón de estudiantes que tiene matriculados este año, poco más de 500.000 no cuentan con acceso a Internet ni a equipo electrónico.

Estos niños y muchachos dependen de las fotocopias, de materiales enviados por WhatsApp o de una llamada telefónica para seguir recibiendo contenidos.

Por otro lado, el 25 % de los profesores del MEP carece de conexión estable a Internet o no tiene el servicio del todo, lo cual les dificulta cumplir con el encargo de dar clases a distancia.

En vista de este triste panorama, es urgente hallar soluciones para adaptar la educación a la “nueva normalidad” que nos impone la pandemia y evitar así una desconexión masiva.

Viendo un futuro más allá de nuestro incierto presente, la educación en línea ofrece múltiples beneficios en cuanto a ahorro en desplazamientos, tiempo y costos.

También ofrece la oportunidad de aprovechar la tecnología para modernizar los métodos de enseñanza y orientar el aprendizaje más hacia la experimentación, el análisis y la innovación.

Sin embargo, para lograr que la mayor cantidad de estudiantes se beneficien de este cambio es necesario comenzar a discutir desde ya cómo podría universalizarse el acceso a Internet.

Cuando vuelvan las clases presenciales espero que, por lo menos, haya cambiado nuestra mentalidad para comenzar a construir un modelo educativo acorde con los tiempos venideros.

rmatute@nacion.com