Cartas a la Columna: Reloj sin repuestos

Pulsera de reloj comprada a Claro se rompió a los dos meses y empresa no tiene refacciones.

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Reloj sin repuestos

Hace unos meses, compré un reloj electrónico a Claro y pagué ¢200.000. Al reloj, en menos de dos meses, se le rompió la pulsera. En Claro lo que me dicen es que no se hacen responsables por la pulsera y tampoco traen los repuestos. Me parece una irresponsabilidad de la empresa.

Ana Marcela Villalobos Sánchez, Santo Domingo de Heredia

Tiempo perdido

Siempre me he preguntado si en nuestro ordenamiento jurídico, dada la frecuente utilización del recurso, existe una norma de derecho positivo, clara y específica, que faculte a los jerarcas de los poderes y entes públicos a condonar las deudas contraídas por sus servidores por salarios devengados durante períodos no laborados, debido a su participación en huelgas que luego son declaradas ilegales por nuestros tribunales en sentencia definitiva.

La ya desgastada argucia de reposición mediante alargue del curso lectivo, ampliación de jornada, centros de estudio, teletrabajo y otras (imposibles de constatar por la ciudadanía), a nadie convencen. Si se repitiera tal práctica en esta ocasión, mucho me temo que la frustración y el desánimo de la población, así como la falta de confianza en nuestras instituciones, se acentuarían.

Carlos S. Córdoba Delgado, Heredia

Respuesta del BAC

Nos comunicamos telefónicamente con Erick Díaz Aguilar, quien en esta sección el 11 de setiembre se quejó porque la Asociación Nacional de Traductores e Intérpretes Oficiales abrió una cuenta en el BAC, les dieron token, nombre de usuario y clave para el acceso en línea, pero no se ligó a la cuenta física y les cobraron los ¢1.500 mensuales por no usar esa cuenta de ahorros. Procedimos con la mayor brevedad a investigar y se le aclaró qué fue lo que pasó.

Alejandro Rubinstein, Canales de Servicio BAC/Credomatic

Espera justicia

Esperaré que las leyes (y muy en especial las penales) sean aplicadas como corresponde, pues no es potestad de ningún ente público (ni aún el Ministerio Público) condonar este tipo de delitos. Esperaré reformas legales que exijan que las convenciones colectivas del sector público sean refrendadas por la Contraloría General de la República y por el Ministerio de Hacienda. Esperaré, en razón de esta durísima y costosísima experiencia, la decapitación de la actual cúpula sindical y la eclosión de una nueva dirigencia que oriente sus luchas acudiendo a los principios puros del sindicalismo, abandonando las execrables vías que se han venido utilizando y, en especial, que no se autodenominen “defensores del pueblo” al que, por el contrario, han convertido en su rehén y mascarón de proa infringiéndole todo género de actos crueles e inhumanos.

Esperaré una retractación pública de la dirigencia gremial que la haga merecedora del perdón del pueblo y la exima de las sanciones administrativas que justamente pende sobre todos los agremiados participantes en la huelga.

René Roblero R., Los Arcos, Heredia

Línea ocupada

Intenté quejarme de una disconformidad por un producto de la empresa Philip Morris, mediante la línea de atención al cliente, pero siempre está ocupada. Llamé directamente a la compañía para hablar con la Contraloría de Servicios y me atendió una señora, quien me preguntó sobre mi queja para orientarme, pero tras 10 minutos me informó de que el procedimiento era mediante la línea que siempre está ocupada. Llamé de nuevo, no contestaron y ahora tampoco en la empresa. Espero una respuesta.

Glen Rodríguez Solís, Santo domingo de Heredia

Defensoría no se ve

Es lamentable la situación de los pacientes internados en hospitales, las citas y todo lo que compete a la salud; igual los pacientes en listas de espera de cirugía que por la huelga han aumentado. Lo más grave: sindicalistas invadieron salas del Hospital San Juan de Dios y quedaron pacientes en espera por esa situación, sin importar la dolencia y las consecuencias que les ocasionen. ¿Dónde está la Defensoría de los Habitantes que no sale a dar la cara y no nos defiende de esos atropellos?

Rodrigo Arias Solano, Cartago