Otra buena intención hizo caer en un nuevo error a Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), quien abrió la posibilidad de que las farmacéuticas lleven a cabo investigación clínica con pacientes de la institución (La Nación, 28/8/2019).

A pesar de que como médico reconozco el altísimo costo de ciertos medicamentos y la dificultad para conseguirlos, de ninguna manera un proyecto de investigación puede estar supeditado a una dádiva de parte de un laboratorio, en este caso, de fármacos gratuitos para pacientes de la CCSS. Sería un sesgo grosero e inaceptable para el proyecto y sus resultados.

Otro aspecto que me parece cuestionable fue que Macaya ofreciera proporcionar los pacientes. Aunque no me cabe duda de que lo hace con buen propósito, pudo referirse a “invitarlos”; suena menos a mercancía, además de que para una investigación clínica es preciso un riguroso consentimiento informado del participante. Cuidado con la Hidra de Lerna de la industria farmacéutica.

Rodrigo Cedeño Gómez, Escazú

Violación y aborto

No hay ninguna duda de que debe castigarse duramente a los violadores. De acuerdo con una estadística, se conoce solo el 10 % de los casos de violación, de estos, solo el 10 % son llevados a juicio y solo el 10 % de ese 10 % se declara un culpable. El estudio representa la llamada escala de 10 en abuso sexual. Significa que la declaración de culpabilidad es ínfima y, por lo tanto, una excepción.

Tomando en cuenta que en Costa Rica no existe la pena de muerte, resulta sorprendente que se promueva el aborto cuando se produce una violación, pues el derecho a la vida desde la concepción está garantizado en la carta magna. Además, cada día existe más información científica y avances en el enfoque ético que merece el ser humano desde la fase embrionaria.

El aborto en estas circunstancias es la pena de muerte para un ser que debe pasar nueve meses dentro de otro ser vivo humano. ¿Seremos capaces de declarar la pena de muerte a quien no es culpable de ningún delito?

Freddy Ulate Mora, San José

Enanos venenosos

“Miente, miente, que algo quedará”, es la frase que se le atribuye al jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels. Es bien conocida la animadversión de muchos de sus compañeros, quienes, a sus espaldas, le dieron los motes de “enano venenoso” y “germano encogido”.

La huelga de hace unos días dejó en evidencia a nuestros “enanos venenosos”, quienes mintieron una y otra vez al decir que la CCSS sería vendida, entre otras inconsistencias.

Rigoberto Guadamuz Monge, Desamparados

Abuso público

Bajo la gerencia de Fernando Naranjo, en el 2001, el Banco Nacional creó la asociación solidarista. Los jerarcas de la institución acordaron trasladarle la suma de ¢35.000 millones que el Banco tenía en su reserva. Desde entonces, en los gobiernos siguientes, algunos representantes patronales se colaron en la Junta Directiva, pese a que esos cargos son legalmente exclusivos para los trabajadores de la asociación.

Parte de ese dinero fue prestado en cantidades millonarias a funcionarios de las altas gerencias y ha generado grandes controversias como los créditos otorgados a Juan Carlos Bolaños, Yamber, Hidrotárcoles, Grupo Orosi, Sánchez Carvajal, Casa Blanca y Seguridad Delta.

Un festín sin precedentes que pisa los ahorros y las futuras prestaciones laborales de los empleados del Banco Nacional.

Daniel Madrigal Sojo, Goicoechea

Expulsado de parqueo

En días pasados, fui al Ministerio de Economía y al tratar de ingresar al parqueo el guarda no me lo permitió, me envió a buscar dónde estacionarme fuera del edificio, algo sumamente difícil, pues la Municipalidad de Tibás pintó los alrededores con raya amarilla y no hay cerca ningún parqueo privado. No estoy de acuerdo con que los usuarios no tengan un lugar para dejar sus vehículos.

Roberto Sáenz Elizondo, Cartago

Defensa de pluses

Costa Rica ha caído en la anarquía y sin posibilidad de una solución justa para los costarricenses quienes, al final, pagarán los platos rotos. Ejemplo de ello es el acuerdo firmado por la CCSS y los sindicatos, cuya responsabilidad recae sobre el presidente de la República, el ministro de Trabajo, el ministro de la Presidencia y el presidente ejecutivo de la CCSS.

En cuanto a la declaración de legalidad o ilegalidad de las huelgas, la calificación no debe ser resuelta por los jueces, pues también defienden privilegios. Debería crearse una institución compuesta por personas apolíticas, honradas, serias y responsables que velen y trabajen por el país porque, incluso los magistrados de la Sala Constitucional, gozan de sobresueldos. Los gobiernos anteriores crearon salarios y pensiones millonarias, así como los pluses. Hoy, esconden la cara los responsables de esta espantosa anarquía. Los costarricense estamos hartos de huelgas para defender privilegios.

Alexis Villalobos Soto, Alajuela