Cartas a la columna: Clara antinomia

Multas de tránsito basadas en lo imposible

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Las multas de la ley de tránsito tienen como base el sueldo de un oficinista 1 del Poder Judicial y se saltan de un plumazo lo que en correcto español es un salario. Jueces, magistrados, abogados y demás no ven problema en bajar su calidad y calificación en el escalafón para beneficiarse.

Es más que evidente que tal comparación salarial es ridícula, porque viola aquello de que “nadie está obligado a lo imposible”. Así entonces, quien gana menos que tal base o mucho más está siendo obligado a ese “imposible”. Una clarísima antinomia.

Y los diputados han hecho la vista en provecho propio. Es fácil ganar la inconstitucionalidad del contenido del artículo correspondiente. Lo malo es que los magistrados de la Sala IV, quienes resolverían, son parte interesada.

Rigoberto Guadamuz Monge, Desamparados

Cita perdida

Soy un adulto mayor. Después de muchos meses, me hicieron los exámenes de laboratorio y me dieron una cita para el día jueves 30 de diciembre a la 1 p. m. Esperé durante varias horas y no recibí la llamada. Comunicarse con el Ebáis es imposible. Las citas las dan varios meses después.

Lo entiendo por la covid-19. Lo que no comprendo es por qué no me llamaron el día que tenía la cita. Como adulto mayor merezco respeto y atención de mi salud.

Mario Valverde Montoya, San Rafael de Montes de Oca

Reforma del Estado

Tienen razón quienes se quejan de varias deficiencias en el funcionamiento del Estado. Yo he pensado y escrito que 300.000 empleados públicos son demasiados: se pueden trasladar 100.000 a veces con todo y la Fábrica Nacional de Licores y algunas otras entidades públicas a luchar en el sector privado, y reagrupar varias entidades públicas para evitar el exceso de juntas directivas y ministerios, y disminuir costos en la CCSS.

Lo anterior con el objeto de suavizar la carga a los empresarios y la ciudadanía. Pero los gobernantes (presidentes, ministros, entidades autónomas, diputados y magistrados…) no actúan. Parecen tener miedo al monstruo de la administración pública ineficiente e incontrolable, o no se han percatado de lo que pesa sobre los demás.

No tengo otra patria que Costa Rica, a la que quisiera muy bien gobernada, con una administración pública eficiente y manejable. Me parece que en este aspecto estamos de acuerdo y, muy seguramente también, en que amamos al país, aunque esté tan ineficientemente administrado. Espero tiempos mejores.

Guillermo Malavassi Vargas, Curridabat

Respuesta del BAC

Nos comunicamos con Francella Sandoval Porras (Cartas, 24/12/2021) y le informamos que la reversión del monto pendiente quedó aplicada el día 23 de diciembre.

Alejandro Rubinstein, vicepresidente de Experiencia al cliente del BAC Credomatic

Tren necesario

Me parece una falta de respeto del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) poner de nuevo a operar el tren el día 10 de este mes, ya que los trabajadores volvieron a laborar el 3 y necesitan movilizarse los 365 días. ¿Quién manda en la institución?

Francisco J. Murillo Castro, San José

Salud pospandemia

El temor a enfermar nos empujó a buscar la vacunación y una gran mayoría acató, con cierta resignación, medidas restrictivas que permitieron un grado de control de la pandemia, superior al de países industrializados. Ahora parece que el virus no se cansa de mutar. ¿Ojalá mute porque se está debilitando? Todavía hay una gran incertidumbre sobre cómo viviremos en el futuro.

Al mismo tiempo, el nuevo gobierno tendrá que atender los costos crecientes de la atención médica y las redes de cuidado de adultos mayores y otros grupos dependientes (La Nación, 4/1/2022).

Muchos adultos mayores acumulan a lo largo de su vida un paquete de enfermedades crónicas prevenibles (un 14,8% de la población está diagnosticada como diabética y un 59,7%, como obesa).

La dieta costarricense ha adoptado modalidades que mezclan lo tradicional con lo importado, con resultados desastrosos; además, las porciones aumentan de tamaño y escasea el autocontrol.

Como propósito de año nuevo tal vez convenga mirar el plato de comida como si fuera un espejo que predice cómo será nuestra salud en las siguientes décadas e indica los cambios necesarios.

Silvia Gagneten Barbetta, Rohrmoser