Ágora: inseguridad y democracia

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En su penúltima entrega, Ágora ofrece tres análisis sobre el problema que ha dominado la campaña electoral: la inseguridad y la democracia.

Si hablamos de inseguridad, hablamos, primero, de un sentimiento. Por eso, la inseguridad es, inevitablemente, un tema sensible.

Cuando se entroniza como el principal problema de una sociedad, no es extraño que la afectividad domine la discusión política.

En el contexto de una elección presidencial, el problema de la inseguridad es la pólvora que los demagogos de toda estirpe sueñan con encender: según sus cálculos, cuanto más se exacerben las pasiones, más votos lograrán recaudar.

Para el connotado jurista argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, la “demagogia vindicativa” es un “viaje de ida” que pone en peligro el Estado de derecho; existe otra vía, racional, para luchar más eficazmente contra la inseguridad.

El criminólogo Elías Carranza presenta datos esclarecedores sobre la evolución del crimen en Costa Rica. Más allá de la eventual necesidad de construir más cárceles, de tener más policías o de castigar a los delincuentes, existe una estrecha relación entre el grado de inequidad de una sociedad y sus niveles de inseguridad.

Al cristalizarse el debate nacional sobre este tema, suelen asomar también las pasiones más primitivas, entre ellas, la xenofobia. El filósofo Alexander Jiménez analiza este fenómeno en el contexto costarricense.

Buena lectura.