La noche de este sábado, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, comunicó en su cuenta personal deFacebook la muerte de Luis Paulino Arias Fonseca, también conocido como Pablo Ureña, uno de los hombres de confianza del expresidente Abel Pacheco de la Espriella durante su mandato, del 2002 al 2006.
Ureña estuvo inmerso en la vida política durante décadas, siempre con un perfil bajo. Fue asesor legislativo de los diputados Juan Luis Delgado Monge, Luis Fishman, Eliseo Vargas y el propio Rodolfo Méndez, todos del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). Méndez, incluso, lo llevó al Ministerio de la Presidencia en 1990; dos años después, a la cartera de Hacienda y recientemente, fue su asesor en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
El ministro Méndez escribió en su cuenta de Facebook: “Con profundo dolor, Norma y yo despedimos a nuestro entrañable amigo y compañero de luchas, alegrías y tristezas, Pablo Ureña, que su alma descanse en paz en la eternidad. Siempre te llevaremos en nuestro corazón y estarás presente en nuestra vida”.
En una semblanza hecha a Ureña en el 2003, cuando era redactor de discursos para el entonces presidente Pacheco, se le describe como “una persona de trato fino y quienes lo conocen bien lo catalogan como acertado en la transcripción de ideas generales en discursos y en aportar puntos para que el político al que asesora los desarrolle en una disertación”.
Además, el texto añade que “mientras algunos alaban su capacidad analítica, otros le atribuyen fuertes carencias de fondo y falta de visión para proyectar estrategias, debido a su escasa preparación académica. Otros que han trabajado a su lado aseguran que le es muy difícil trabajar en equipo y que tiene gran capacidad para desarrollar relaciones de dependencia con sus asesorados”.
Un entrevistado aseguró en mayo del 2003 que Ureña llegaba a ser fundamental para sus asesorados, al punto que “algunos llegan a creer que sin Pablo, las cosas no caminan”. Un funcionario de Casa Presidencial dijo entonces que “don Pablo está aquí en todas partes”.
De momento, no se conocen las causas del deceso de Ureña, quien se describía a sí mismo como un “poeta y casi abogado”. Ese talento para las letras lo llevó a recibir un premio como “Joven creación” en la década de 1970, época en la que participó en el Círculo de poetas y escritores de Costa Rica, donde, supuestamente, conoció al exmandatario Pacheco.