Desde el mediodía del 6 de febrero, en plena jornada electoral, se viralizó en redes sociales un video grabado dentro de una mesa de votación, en el que un elector aparentemente utiliza una especie de marcador para borrar la marca de crayón anaranjado que había hecho en su papeleta. En plataformas como Telegram, algunos usuarios aprovecharon la grabación para sugerir que hubo “un fraude muy bien planificado” en los comicios.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), que supo de la existencia de la grabación desde el mismo domingo, aclaró que las ‘X’ con crayón no pueden borrarse del papel sin dejar indicios muy evidentes de la manipulación.
“El video fue analizado y pareciera que se borra, nosotros igualmente hicimos pruebas aquí muy rápidas y en efecto podría pensarse que se borra, pero en realidad la marca continúa inserta en el papel. Para poder llegar a borrar la marca que se hace en la papeleta prácticamente habría que degradar totalmente el papel donde está la marca, incluso llegar ya a romperlo, porque no es posible borrar de forma absoluta la marca”, afirmó Gerardo Abarca, vocero del Tribunal.
El órgano electoral confirmó que, en la grabación, aparece una papeleta de las que se utilizaron el domingo. Se trata, específicamente, de la papeleta de diputados por la provincia de Alajuela. Los especialistas concluyeron que quien grabó el video aprovechó la perspectiva de la cámara para hacer creer que la “X” marcada originalmente en la casilla del Partido Liberación Nacional (PLN) se borró por completo, cuando, en la práctica, las señas de la marca original siempre quedan.
Los crayones que coloca el TSE en las mesas de votación están diseñados específicamente para procesos electorales y son utilizados en otros países para este fin.
“Es una herramienta que se utiliza precisamente para procesos electorales en virtud de su composición química, que hace que la composición de la pasta que constituye el crayón se traduce en tinta indeleble”, explicó Abarca.
El TSE aplica mecanismos adicionales para resguardar la integridad del voto de cada persona. Por ejemplo, está prohibido que los electores saquen el celular mientras emiten el sufragio en el recinto secreto. Si los integrantes de la junta receptora detectan que un elector graba o le toma foto a su papeleta, tienen la potestad de anular dicho voto.
Además, cuando se cierran las urnas, el conteo de votos se realiza en presencia de miembros de mesa y fiscales de todos los partidos políticos, quienes se vigilan entre sí para garantizar que ninguno altere los resultados.