Un total de 51 familias afectadas por el deslizamiento en Calle Lajas de Escazú, ocurrido en noviembre del 2010, tendrán nueva vivienda dentro de 16 meses, cuando concluya la construcción de un residencial que este jueves inauguró la presidenta Laura Chinchilla.
La obra costará cerca de ¢1.792 millones que aporta el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banvhi). Con esos recursos se adquirió el terreno ubicado en las inmediaciones del estadio Nicolás Masís, en San Antonio de Escazú.
Guido Monge, ministro de Vivienda, dijo que luego de evaluar 18 fincas se escogió una muy cercana a la antigua zona de residencia de los damnificados para evitar el desarraigo.
Las 51 familias recibirán una casa de 42,85 metros cuadrados que tendrá fachadas escalonadas y ventilación cruzada. Las viviendas serán de concreto y tienen previsión para soportar una futura ampliación de hasta 85 metros en una planta alta.
Cada vivienda tendrá dos dormitorios, baño, corredor, área para pilas y un aposento continuo que abarcará sala, comedor y cocina. También está previsto el espacio de cochera para un vehículo.
El nuevo residencial contempla áreas de uso comunal, parques, zona de protección de río, espacios de juegos infantiles, calles adoquinadas, rampas y señalización vial.
La Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo supervisará la calidad de la construcción y las inversiones. La obra está a cargo de las sociedades anónimas Punto Ámbar, Grupo Innovación Inmoviliaria Gil y Proyectos Montelimar.
Las empresas tienen 10 meses para edificar las 51 viviendas y 6 para formalizar las operaciones.
Las familias beneficiarias sufrieron la tragedia de Calle Lajas debido a un deslizamiento en la cima del cerro Pico Blanco, el cual cobró la vida de 24 personas.
La avalancha descendió a más de 60 kilómetros por hora y destruyó todo a su paso, en cuenta las casas de estas 51 familias.
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, sembró las semillas de árboles que tendrán las zonas verdes del residencial y colocó el primer block de la obra.