Hoy hace 50 años: Soldado japonés pasó tres décadas oculto en isla tras guerra mundial

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Texto original publicado por La Nación el 31 de enero de 1972.

Shoichi Yokoi, el exsoldado que pasó 28 años oculto en la jungla de Guam, tiene problemas para dormir mientras trata de adaptarse a las sorpresas de la civilización. Duerme a intervalos, señalan los corresponsales japoneses, y tiene pesadillas en las que se le aparecen los espíritus de sus camaradas que lo acosan por planear regresar a Japón sin ellos.

La posición de cuclillas que utiliza para dormir en el hospital, aparentemente es la que utilizó durante años en la jungla hasta que fue descubierto por unos pescadores el lunes pasado. Su regreso a Japón ha sido aplazado por una o dos semanas ya que los médicos están preocupados por su salud mental.

Habla sólo, se toma la cabeza entre las manos y murmura que hay un fantasma cerca de su cama que lo amenaza por haber abandonado a sus camaradas. Sostiene que la forma tan ligera con que la prensa japonesa habla de la familia imperial es un sacrilegio.

La siguiente imagen es de otro exsoldado, Hiroo Onoda (segundo a la izquierda), quien se escondió en una isla de las Filipinas durante tres décadas porque no creía que la guerra mundial hubiese terminado; y fue rescatado en 1974. Murió en Tokyo a los 91 años en el 2014.

En otras noticias:

Casas en Tres Equis

Ayer se inauguró el pueblo construido con fondos recaudados por la iniciativa de La Nación y de otros medios de información, denominado Tres Equis, caserío del distrito de Peralta. Está integrado por 37 casas debidamente terminadas, incluyendo servicio de cañería y calles.

El alumbrado público lo obtendrán los vecinos el años entrante, según lo indicaron. Las calles, que tienen una longitud de unos 900 metros, están debidamente lastradas, lo que permite un fácil como pintoresco acceso al pueblo.

La extensión de tubo de cañería es de unos 1.300 metros de la fuente y 900 metros dentro de la población. Como recordarán nuestros lectores, a raíz de los temporales del Atlántico, varias familias fueron afectadas gravemente. Los técnicos que examinaron el área donde vivían, indicaron con preocupación que estas familias debían irse de allí, pues sus vidas peligraban.

Los beneficios que estas familias han obtenido también se proyectan, en cuanto al suministro de agua potable se refiere, a vecinos del sector cercano a este pueblo, entre Pavones y Turrialba. Tendrán, además, una escuela que está por terminarse, así como una iglesia cuya construcción está próxima.

Después de 22 días, lo encontraron en una tumba

Hace poco más de 22 días que Rigoberto Fonseca Arias desapareció de su casa sin dejar rastro. Él vivía en un lugar cercano a Jicarito de San Carlos. Por más que las autoridades investigaron su paradero, fue imposible complacer a sus acongojados familiares.

“Nani” Ugalde decidió ir a la montaña a buscar a su amigo, y dijo que en cierto lugar encontró que la tierra era floja, en relación con el resto. Por esta razón, como impulsado por una inconsciente corazonada, comenzó a escarbar, y a pocos centímetros de la superficie, encontró que había un cadáver.

Las autoridades, al presentarse al lugar, determinaron que el muerto era Fonseca. Las autoridades tienen la sospecha de que haya sido una mujer de apellido Esquivel la autora del crimen, ya que inesperadamente, hace pocos días, decidió mudarse de casa sin que se sepa el lugar de su paradero.