La esperanza de la comunidad de Monteverde, Puntarenas, de contar con una vía asfaltada que la conecte con la Interamericana yace ahora en una gaveta.
La Contraloría General de la República envió al archivo el proyecto de reconstrucción de esa ruta, en la cual ya se invirtieron casi ¢700 millones.
La decisión se basó en que el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) guardó silencio ante cuatro peticiones de detalles requeridos por la Contraloría para avalar la contratación directa de una empresa que concluya la construcción de la capa asfáltica.
Así, dos tramos (uno de 12 kilómetros y el otro de 3,2) quedarán con los trabajos que se paralizaron hace 20 meses, cuando la constructora Belén Ltda. afrontó problemas financieros.
Además, una auditoría del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lananme) detectó 106 incumplimientos en la obra.
El Conavi intentó finiquitar ese negocio y contratar por la vía directa a la Constructora Sánchez Carvajal S. A., por ¢185 millones. Consideraba urgente finalizar la vía que permite el acceso a ese distrito de Puntarenas, donde viven la finalización de la carretera unos 6.000 pobladores e ingresan anualmente unos 20.000 turistas.
La carta que la Contraloría dirigió al Conavi –el 15 de abril– dijo: “Esta situación (falta de respuestas) es antagónica a la urgencia que se dice tener en el trámite, lo cual es criticable y justifica la decisión mencionada”.
Las dudas eran sobre las razones que justifican el atraso en la contratación directa, la idoneidad financiera de la empresa Sánchez Carvajal y criterios legales sobre el procedimiento y la propuesta de la constructora.
El viernes por la tarde se intentó buscar la respuesta de funcionarios del Conavi o del Ministerio de Obras Públicas, pero no respondieron el mensaje dejado con uno de los periodistas de la entidad.
Sueño truncado
Durante años, Monteverde ha demandado esa carretera para facilitar el acceso del turismo, que es su principal fuente de ingresos.
En distintos momentos la Cámara de Turismo de Monteverde se ha quejado de que las malas condiciones del camino frenan las posibilidades de traer más turistas a una zona caracterizada por las reservas forestales.
Las consecuencias del camino perjudica también a los lecheros de la zona, cuyos costos de producción superan hasta en un 50 por ciento a los de otros lugares, dijeron representantes locales en un reportaje de La Nación , de hace un año.
Hasta la clínica local sufre, pues una ambulancia debe viajar muy despacio para llegar a la Interamericana.
“Hay muchas quejas por asma provocada por el polvo. Los buses levantan mucho polvo. Los que sufren son quienes les gusta mucho andar a pie”, dijo Danilo Zamora, presidente de la Asociación de Desarrollo local.