Una tormenta de noticias falsas también azotó las redes sociales

Gobierno vigila difusión de datos irreales para desmentirlos ante la población y evitar malentendidos

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Cocodrilos en las calles, edificios multimillonarios a punto de caerse, efectos devastadores de plantas hidroeléctricas y supuestos apagones nacionales fueron los elementos protagonistas de una tormenta de noticias falsas que también azotó las redes sociales y se llevó en banda a más de un incauto, medios de comunicación incluidos.

En medio de las inundaciones por el desbordamiento de ríos, con efectos fatales en algunos casos, usuarios de redes sociales se aprovecharon para repartir a diestra y siniestra imágenes y supuestas noticias sin constatar que se tratara de hechos domésticos y, al compartirlos en redes, crearon un efecto viral que llegó hasta medios internacionales.

A través de su oficina de prensa, el Gobierno indicó que se mantiene vigilando todo tipo de informaciones generadas en las redes sociales y en los medios, para evitar que se difundan noticias falsas que generen confusión entre la población, sobre todo entre la gente afectada por las lluvias.

Como suele suceder con muchas de las mentiras que circulan por Internet, algunas de estas falsedades se originaron en datos parcialmente reales, pero la vorágine de tener evidencia gráfica originó las falacias.

Eso pasó con los cocodrilos que nunca anduvieron campantes por las calles o, al menos, no hay evidencia gráfica de ello, pues las fotografías que compartieron decenas de usuarios en las redes eran de otros países, en particular de México.

Algo de verdad podría haber habido en esa noticia, puesto que el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (Minaet) lanzó una alerta preventiva sobre la posibilidad de que los cocodrilos del río Tárcoles, en Garabito, Puntarenas, llegaran a sitios habitados por personas producto del desbordamiento.

Eso fue suficiente para que la gente compartiera fotos de otros países y dijera, incluso, que los cocodrilos (hasta lagartos les llamaron) del Tárcoles se paseaban por las calles de Liberia, Guanacaste. Así de lejos se hacía creer a los usuarios que se los había llevado la corriente.

Francesco Di Palma, vocero del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), negó que hubiera reportes de avistamiento de cocodrilos, pero enfatizó que era una alerta preventiva.

Una mezcla de fotos ajenas a Costa Rica y las informaciones del Minae se reprodujo, entonces, en medios panameños como PanamáAmérica y La Estrella, así como en el dominicano CDN37, los venezolanos La Patilla y Noticias24, el Diario Tiempo de Honduras, La Nueva Radio YA de Nicaragua y La Prensa Gráfica, de El Salvador.

Las informaciones no habrían sido falsas, de no ser porque muchas de ellas iban acompañadas de fotografías que no corresponden a los cocodrilos domésticos.

Las mentiras también intentaron generar pánico desde el miércoles, por un supuesto apagón nacional, o culpar a la planta hidroeléctrica Pirrís por las inundaciones en Parrita.

En el caso de esta última información, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) negó la acusación a través de un comunicado de prensa en el que enfatizó que, tanto Pirrís como Reventazón, Cachí, Peñas Blancas y La Angostura, cumplieron funciones de regulación del nivel del embalse, para amortiguar el efecto en las poblaciones y "garantizar la infraestructura".

Sobre el supuesto apagón nacional, al ICE no le quedó de otra que tratar de minimizar los efectos de la viralización de las mentiras: "Son falsos los rumores que circulan en redes sociales sobre la suspensión general del servicio eléctrico. No existe ninguna situación que afecte el sistema de transmisión de energía".

Ante la emergencia por las lluvias, esa institución y la Compañía Nacional de Fuerza y Luz activaron sus protocolos para atender averías. A las 3 p. m. del jueves, se encontraban 35.000 personas sin luz y se atendían averías en todo el territorio, solamente.

El supuesto edificio falseado

Una de las informaciones más delicadas fue la que se lanzó respecto a los supuestos apuros de un edificio de condominios en Sabana Oeste, publicada en el sitio web elguardian.cr.

Luego, ese sitio web publicó que la empresa RC Inmobiliaria negó que un deslizamiento de tierra ocurrido a 150 metros de la obra hubiera afectado la torre de 18 pisos de la estructura llamada Bambú 106.

De hecho, los propietarios de la desarrolladora tuvieron que salir al paso de las diversas reacciones que generó la noticia original y que los señaló a ellos como los supuestos afectados del presunto deslizamiento.

La foto en la publicación original corresponde con una obra que se denomina Paradisus, cuyos desarrolladores, Inmobiliaria ConstruReal negaron que el movimiento de tierras que aparece en la imagen fuese producto de deslave, inestabilidad o deslizamiento alguno, sino "del proceso que se realiza para remover la maleza y dar un mejor tratamiento a la tierra".

Al final, ninguno de los dos edificios estaba en riesgo de caerse y la torre de condominios de la noticia original se confundió con la de otro proyecto.

Los profetas del fútbol

Una nota aparecida este jueves por la mañana, en un sitio web llamado 12minutos, anunciaba la suspensión del partido entre Costa Rica y Honduras de este viernes. Cuando se originó era mentira y fue desmentida, pero finalmente resultó ser toda una profecía, porque horas después efectivamente se canceló el encuentro y se programó para un día después, sábado 7, a las 4 p. m.

Sin redactor, sin fuentes oficiales, sin declaraciones y falsamente atribuida a un origen en Zurich, Suiza, el pequeño artículo de un párrafo causó un traspié a Telenoticias, donde lanzaron el anuncio y procedieron a llamar al presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol), Rodolfo Villalobos, quien por la mañana negó que se hubiera tomado esa decisión.

A pesar de que era originalmente una noticia falsa, finalmente se concretó como una realidad.

Aunque con menos impacto, también circularon dos noticias que casi levantan alarma. La primera, una advertencia del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

En el mensaje, un texto atribuido a esa entidad distribuido por WhatsApp, se adviertía de que había un 90% de posibilidades de que la depresión tropical se convirtiera en un huracán que "podría incluso incursionar tierra adentro". Eso nunca fue cierto, pero era creíble pues hace casi un año el ciclón Otto pasó el territorio costarricense de lado a lado.

En el sitio web de dicha organización no hay ninguna referencia a esa posibilidad, salvo los registros de posibles afectaciones e inundaciones en esos dos países y el curso que llevaría Nate como tormenta tropical. Lo que ocurrió fue que quien alteró el texto tomó como machote textos usuales del NHC y los acomodó a su antojo.

Una foto de una supuesta socavación en el puento sobre el río Virilla, entre Tibás y Santo Domingo de Heredia, también circuló por Facebook, pero se trata de una imagen vieja.