Un soldado romano se vistió con cartón en Bijagua

Este ‘uniforme de batalla’, nació de la necesidad y el ingenio

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Upala. San Miguel de Bijagua, Upala, es un pueblo de agricultores y ganaderos donde las calles son de tierra y piedras, las divisiones de las propiedades se marcan con cercas de alambre de púas sobre las cuales hay quienes tienden la ropa recién lavada, la capilla católica casi cabe en el bolsillo y el único soldado romano de la procesión del Viernes Santo es de cartón.

Así como acaba de leerlo: de cartón. De cartón el casco, la coraza y la falda. Puro material de caja de empaque; nada de metal y cuero, con excepción de las piezas protectoras de las piernas, elaboradas con papel metálico del que se utiliza en las cocinas. ¿Y las botas? Ni más ni menos que los tenis de uso diario.

Ese uniforme de batalla, “hijo” de la necesidad y el ingenio, fue el que vistió Juan Luis Cortés Juárez el viernes pasado, durante la procesión que comenzó a las 9 a. m. y finalizó a las 11 a. m., y en la cual él fue el encargado de dar azotes a Jesús durante la recreación del vía crucis.

“Yo no vivo en este pueblo ni soy católico; vivo en Liberia y soy adventista, pero acepté hacer este papel por amor a mi novia, Ana Yancy Jiménez Herra, con quien me quiero casar. Lo que pasa es que ella me dice que hasta dentro de cinco años para terminar de estudiar y que nos conozcamos mejor. Además, mi suegra dice que solo por la Iglesia católica nos podríamos casar”, manifestó este guanacasteco de 22 años mientras concedía una entrevista sentado en una banca de madera frente a la que desfilan –como en una pasarela– los perros criollos de esta comunidad alajuelense ubicada cerca del volcán Tenorio.

Bendito Facebook... Cortés agregó que esta experiencia de actuación le resultó divertida y que, aunque al principio bromeó mucho amenazando al actor de Jesús –un primo de su novia– con que le iba a pegar de verdad, a la hora de iniciar la procesión sintió miedo porque tenía que pronunciar algunas palabras en público.

“Me concentré y traté de hacerlo bien, no solo por amor a mi novia, sino para ayudar a la iglesia, pues al principio no había quien hiciera de soldado romano; es más, la idea original era que hubiera dos soldados, pero al final fui solo yo”, explicó. Él se gana el sustento con el diseño gráfico y el diseño de páginas web en TV Prensa Guanacasteca y en su propia empresa, Qualtiva.

Precisamente, fue a través del mundo digital que empezó el romance entre Juan Luis y Ana Yancy. Durante varios años fueron vecinos en Pueblo Nuevo de Liberia, pero él nunca se animó a hablarle. Solamente cuando la familia de ella se mudó a San Miguel de Bijagua, Juan Luis la buscó en Facebook, se hicieron amigos y se ennoviaron.

“Exactamente hoy estamos cumpliendo un año y un mes de jalar”, expresó entre ecos de gallos trasnochados y terneros llamando a sus madres.

Vaya manera de celebrar los 13 meses de noviazgo...: vistiendo el traje de cartón diseñado y elaborado por su novia y dos amigas de ella. De haber pasado esa fecha con su familia en Liberia, posiblemente la conmemoración se habría limitado a darle gracias a Dios y a Jesús por su obra de amor, y a saborear las tradicionales rosquillas guanacastecas en unión de sus padres, dos hermanas y una sobrina.

Resulta difícil imaginar que el anterior Viernes Santo haya habido un traje de soldado romano más austero y creativo que el que lució Juan Luis Cortés Juárez en este pueblo oloroso a fogones de leña, cacao y montaña.