Ticos se dan baño de sol antes de volver al trabajo

Hieleras, parrillas, paños y chancletas son las armas para combatir el calor

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Barranca. El viaje de dos horas desde San José hacia las playas del Pacífico central es el más práctico para darse el último baño de sol antes de regresar al trabajo este lunes.

En consecuencia, este sábado, las arenas de Jacó, Pita y Puntarenas estuvieron atestadas de bañistas.

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El paseo empezó para algunos en Juan Viñas de Alvarado, para otros en Tres Ríos, Pavas, Guadalupe o, incluso, desde San Carlos. Sin embargo, la consigna era la misma: volver ayer mismo para no toparse la presa interminable que representa regresar por la ruta 27, que en varios puntos se hace embudo.

Las armas de los turistas de un día fueron los sombreros, las gorras, las sábanas y los toldos; contra el calor esgrimían las hieleras, las cervezas y el agua. Cualquier sombra era una trinchera, cualquier planito era propicio para armarse una cocina improvisada, una cama o una tienda de campaña.

La máxima ocupación en las playas más populares, ya sean Jacó o el Puerto, obligan a los rezagados a buscar otros lugares menos conocidos como Pita de Tárcoles, donde Jenny Campos, vecina de Alajuelita, se fue a celebrar sus recién cumplidos 65 años, con café chorreado en medio de la arena.

Muy cerca de ella, los pescadores locales hacían fiesta con las redes, que se llenan bien en estos días: pura corvina o pargo, por los que cobran ¢3.000 el kilo, o la “chatarra” (que tiene mucha macarela) por la que piden ¢2.000.

“La pesca está muy buena. Hay pescadores que se vienen desde Puntarenas y pasan varios días, van a vender y se devuelven”, explicó Marcos Artavia, de 44 años, frente a la barcaza en que se monta todos los días.

El negocio está bueno, aseguró feliz Laura Peña, de 30 años, que entre la pescadería y el restaurante ve pasar una buena cantidad de clientes desde mediados de diciembre. “Sigue así hasta la entrada a clases, pero este año ha estado mejor”, aseguró.

Antes del trabajo. Este sábado, una caravana de tres carros salió muy temprano desde Pavas, con casi 15 personas. El paseo lo organizó la familia Chacón, que antes de regresar al trabajo, mañana lunes, se quiso bañar de calor con el intenso sol de Jacó, donde el mar se agitaba de tanto turista.

A pesar de que muchos se devuelven el mismo día, otros pasan la noche en los hoteles, que aprovechan la afluencia de clientes con tarifas particulares. Lo mismo pasa con los restaurantes, sodas y demás comercios, que no dejan de abrir la caja registradora para “comerse” los colones y dólares de los bañistas.

Esteban Núñez, de 36 años, trabaja en Jacó desde hace un año y medio. Es contador y consultor para varios hoteles y se trajo a la familia antes de volver a la oficina, aunque esta la tenga casi en la playa. “Esto es increíble; es una de las épocas más altas que yo he visto”, dijo Núñez.

Paulina Gutiérrez, de Alajuelita, llegó con la parrilla de su casa y su esposo, Humberto Retana, puso la carne. Trabaja para una carnicería y se fue al Puerto a pasear por un día.

Ella considera que es mejor comprar la comida y hacerla en la playa, para alimentar al pequeño batallón que la acompaña, que pagar los caprichos de algún que otro comerciante.

El resto de la playa se llena de color y de arena, bikinis, camisetas y pantalonetas, cervezas y frescos, bolas e inflables; el calor les da cierta alegría a los bañistas, a quienes no les importa toparse algo de presa en la carretera, ni de venida ni de vuelta.

Las autoridades de tránsito ya están preparadas para el regreso masivo de los que se esperan hasta el último día para volver de la playa (), muchos de los cuales prefirieron dormir apenas amparados por una manta o una sábana.

Además, este domingo habrá carril reversible hacia San José, desde Pozón hasta Ciudad Colón, entre las 2 p. m. y las 7 p. m. Sin embargo, el operativo empieza a la 1 p. m. y termina a las 8 p. m.