Terrenos para urbanizar la GAM se agotan con rapidez

Habitantes de nuevos desarrollos enfrentarían más costos de transporte

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Los mejores terrenos para construir desarrollos urbanísticos en la Gran Área Metropolitana (GAM) se están agotando velozmente.

A esa conclusión llegó el Vigesimoprimer Informe del Estado de la Nación, del Programa del Estado de la Nación (PEN), que presentó este martes el Consejo Nacional de Rectores (Conare), en el edificio Franklin Chang Díaz, en Pavas.

La causa más probable que los investigadores encontraron para el agotamiento de los mejores terrenos de la GAM, es la falta de planificación y ordenamiento territorial en la región central del país.

Tal ausencia de normas permitió una rápida expansión de la construcción en los bordes del anillo de contención que se fijó a principios de los años ochenta en el Plan GAM.

El estudio recopila evidencia que sugiere que fue la construcción de vivienda en baja densidad (en áreas alejadas del centro de las aglomeraciones urbanas) la que produjo el agotamiento de los espacios urbanizables más accesibles en la zona metropolitana de San José.

Efectos. Una de las consecuencias futuras del crecimiento urbano disperso es que la construcción, forzosamente, deberá hacerse en el área aún disponible, que presenta limitaciones causadas por el relieve del suelo, en especial para la construcción de carreteras.

Esto, según el informe, porque esos terrenos son ricos en recursos naturales que impedirían la construcción de grandes obras de infraestructura vial.

La consecuencia derivada de esta característica sería que los futuros habitantes de esas tierras deberían afrontar un aumento en los costos para transportarse hasta los centros urbanos principales.

Otro efecto que pronostica el informe, al mirar en perspectiva, es que las familias verían limitadas sus posibilidades de construir viviendas más grandes, dada la escasez de propiedades idóneas para proyectos de vivienda.

“El Estado no se propuso en serio ordenar el territorio donde viven 3 millones de personas en un área de 4.000 kilómetros cuadrados. Esto nos está impulsando a que, en el futuro, tengamos una ciudad que se extendería desde Jacó hasta Paraíso de Cartago, muy difícil de gobernar”, advirtió Jorge Vargas Cullel, director a.i. del PEN.

Para el investigador, es necesario que, desde ya, el Estado, las municipalidades y los desarrolladores de proyectos de vivienda urbana se sienten a explorar eventuales acuerdos en temas que cobrarán importancia para quienes habitarán los terrenos que quedan disponibles en la GAM. Por ejemplo, Vargas citó el asunto de cómo se solventarán las necesidades de transporte público en esas zonas donde el tipo de suelo y los recursos naturales impidan planificar carreteras que den abasto.

“La situación urbanística actual es similar a la de un paciente que tiene todas las arterias congestionadas. Si el problema –en este caso, el desarrollo urbano desordenado– sigue creciendo, se expone a sufrir un colapso cardíaco”, comparó el académico.

Otros hallazgos. En cuanto a la situación general de la construcción en el país, el Informe del Estado de la Nación detalla que el 70% del área construida en la GAM se destina a uso residencial, con un predominio de la vivienda individual.

Entre los años 2001 y 2012, según el documento, las casas más grandes se concentraron al oeste de San José, específicamente en Escazú y Santa Ana, así como en La Garita, en Alajuela y en algunos distritos al norte de la provincia de Heredia.

En estas zonas, el área promedio de construcción de las viviendas es de 186 metros cuadrados, 2,8 veces la media nacional.

La otra cara de la moneda en cuanto al tamaño de las casas la representan los cantones de León Cortés, Acosta, Alvarado y Jiménez, en donde las viviendas, en promedio, miden 51 metros cuadrados.

En la GAM, los cantones de Alajuelita y Desamparados son los que entre el 2003 y el 2012, concentraron las viviendas más pequeñas, producto del desarrollo de proyectos de interés social durante los años finales de la década de 1980.