Trece firmas constructoras, nacionales y extranjeras, han presentado sus propuestas al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para reparar los daños y construir el drenaje de la vía de Circunvalación, en Hatillo 8, San José.
Se trata de Ascamón y Tapusa, Sánchez Carvajal, PuentePrefa, Internego, Hernán Solís, MECO, Grupo JCB, Codocsa, Cimolai, Marlin Bridges, Edica, Crecex y Gepesa.
El viernes a las 2 p. m. vencerá el plazo para presentar solicitudes. El periodo caducará una semana después de publicado el cartel de licitación, el primero que sale “de emergencia” y que permitirá, ante una eventualidad, elegir “a dedo”.
El Conavi tendrá 20 días para elegir, basado en tres rubros y puntajes. A la empresa con la oferta más barata le otorgará 65 puntos y otros 25 para el mejor plan de manejo para evitar el caos vial. También calificará la holgura en capacidad hidráulica.
El arreglo definitivo propuesto por las compañías podría llegar en forma de puente de losa (recibirá 10 puntos) o de alcantarilla abovedada (0 puntos). En cualquier caso, la estructura deberá tener una vida útil de al menos 100 años.
El pliego establece jornadas de 24 horas, de lunes a domingo.
Aparte de encargarse de la estructura de drenaje mayor, deberá cubrir drenaje menor y control de aguas.
Asimismo, tendrá que iniciar las obras en el momento en que los cuatro puentes bailey (cuyos taludes de soporte colapsaron el 12 de setiembre) vuelvan a ser colocados en su lugar. El trabajo tendrá que estar terminado seis meses después, a más tardar.
El ministro de Transportes, Pedro Castro, estimó que los puentes estarán listos el 17 de noviembre y dijo que serán estrictos para que la firma los mantenga habilitados.
“Otra de las peculiaridades del acuerdo es que el contratista debe darnos su plan de trabajo. Si no cumple a tiempo, se le hace una retención por atrasos”, dijo Castro.
Habrá sanciones por incumplir jornadas y señalización. Por cada día de retraso en la entrega final, la multa será del 0,5% del contrato (unos ¢10 millones diarios).
La contratación “por emergencia” impide que la empresa elegida pueda variar los precios establecidos en su oferta inicial. Tampoco permite que otras compañías puedan apelar y, con ello, retrasar el inicio de las obras.