Vecinos de Bagaces sufren por racionamientos y agua contaminada a la espera de nuevo acueducto

Líquido que reciben escasamente por las tuberías no se puede consumir por lo que dependen del que suministra AyA en camiones; solución llegaría en el 2022

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La demanda de agua es mucha, pero la cantidad que llega es escasa y además contaminada.

Esta es la situación que viven los vecinos del cantón de Bagaces, Guanacaste, que llevan un mes con un fuerte racionamiento de agua y siete años de recibir líquido con arsénico.

Su esperanza está en el acueducto prometido por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), cuya adjudicación fue aprobada por la Contraloría General de la República. La proyección es que esté en operación en el segundo semestre del 2022.

Mientras tanto, los bagaceños deberán encarar el problema que se agravó desde el 19 de marzo cuando AyA les advirtió de la baja en los caudales por la época seca.

Por esa razón se aplicaron racionamientos cuyos horarios aparentemente no se cumplen. Cuando finalmente el agua llega, no se puede consumir porque contiene arsénico, sustancia nociva para la salud, según denunció Heiner Pérez, dirigente del Comité Cívico Somos Bagaces.

De esta forma, la única vía para tener líquido potable es de los camiones cisterna enviados por el mismo Instituto, los que pasan una vez al día por los pueblos del cantón.

“La fuente de agua que utilizamos para el abastecimiento se redujo considerablemente en las últimas semanas, esto hizo que estemos monitoreando la calidad y en estos momentos ha superado (el arsénico) la cantidad máxima permisible en unas centésimas”, confirmó Yamileth Astorga, presidenta ejecutiva del AyA, el 27 de marzo.

“No queremos exponer a la salud de la población por lo que hemos indicado el no consumo de esta agua, sin embargo, el agua se les seguirá suministrando (por las tuberías) para limpieza de la casa, lavado de ropa, sanitarios..., pero no para la preparación de alimentos y consumo directo”, añadió la jerarca.

De acuerdo con Pérez, aproximadamente 10.000 personas son afectadas en por los racionamientos en los diferentes distritos y barrios del cantón.

“El agua se está yendo antes, pese a que se han conectado otros pozos, que, aunque estén contaminados, se sabe eso, va a ser para uso de limpieza nada más” recalcó Pérez.

Así gran cantidad de personas dependen del agua de los camiones cisterna, porque no tienen la posibilidad de comprarla en los supermercados.

Asimismo, explicó que los vecinos temen que ante la emergencia del coronavirus, pues se deben de extremar las medidas de limpieza y no cuentan con agua para hacerlo, ya que el suministro de las cisternas es únicamente para consumo.

El arsénico es un componente químico que resulta tóxico para el ser humano y provoca lesiones cardíacas, trastornos de los vasos sanguíneos y lesiones degenerativas del hígado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Reglamento para la Calidad de Agua Potable, establecen que el máximo de arsénico para el consumo humano debe ser de 10 microgramos por litro, no obstante, en estudios realizados a varios acueductos afectados en el 2013, ese margen llegó a 187 microgramos por litro.

Actualmente, los ciudadanos de Bagaces esperan los resultados de una nueva prueba efectuada por el AyA este 13 de abril, para medir los niveles del químico en las fuentes, dado que conforme disminuyen los afluentes agua aumentan las concentraciones de arsénico.

Solución lejana

La solución para resolver estos problemas es la construcción del nuevo acueducto de Bagaces, prometido desde el 2013.

Se estima que la primera etapa esté lista para el segundo semestre del 2022, sin embargo, los vecinos viven una gran incertidumbre al no saber qué solución les darán mientras se les entrega el proyecto.

La inversión de la etapa inicial será de ₡4.875 millones y contempla la captación de la fuente Epifanía, la cual aportará 77 litros por segundo a la ciudad.

Además, se instalarán 17,7 kilómetros de tubería de conducción para llevar el agua a un nuevo tanque de almacenamiento de 2.500 m3, con esto según AyA, se beneficiará a más de 17.000 habitantes.

La segunda etapa del proyecto, la cual se encuentra en diseño, permitirá abastecer a comunidades en los alrededores de Bagaces.

Con esta será beneficiadas 2.800 habitantes de las comunidades de Agua Caliente, Falconiana, Montenegro, Bagatzi, Quintas Don Miguel, La Loba y Salitral. Esta etapa tiene un costo preliminar de ₡1.459 millones.