Los abonados del servicio eléctrico del país podrán conocer la calidad del servicio que reciben gracias a unos dispositivos que se instalarán en las viviendas y que registrarán si hay picos de voltaje. También almacenarán datos como cortes del servicio y el plazo que demora cada empresa para restablecer el fluido.
Si los datos acumulados demuestran que el servicio es deficiente, los usuarios podrán exigir que se les brinde la calidad acorde a la tarifa que pagan o, en caso contrario, reclamar una compensación.
Para realizar estas mediciones, la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep) empezó este miércoles, en Alajuelita, la instalación de los equipos para monitorear la calidad del servicio que ofrecen las ocho distribuidoras eléctricas en todo el país.
En total se harán 1.500 mediciones en el año con 35 equipos suministrados mediante un convenio con la escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Tony Delgado, ingeniero eléctrico de la UCR, explicó que los aparatos se colocan en el lugar del medidor de consumo con el que cuentan todos los hogares y se dejan durante siete días en los que recopilarán datos sobre el voltaje y todos los eventos que sucedan en relación al servicio.
Posteriormente, el equipo es retirado y los datos son analizados en los laboratorios de la UCR para luego brindar un informe al usuario y a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).
El Intendente de Energía de la Aresep, Juan Manuel Quesada, explicó que en el mediano plazo contarán con un sistema de compensación tarifaria para los usuarios que reciban una calidad de suministro eléctrico que no se ajuste a los parámetros establecidos.
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Esto significa que si un usuario no recibe la calidad de la energía acorde con el precio que pagó, la empresa eléctrica debe devolverle un importe de dinero que compense las deficiencias detectadas. Este sistema estaría funcionando dentro de unos dos años.
Los expertos además señalaron que es importante medir la calidad del servicio pues los problemas relacionados con niveles de tensión podrían provocar daños en equipos y artefactos, así como un mayor consumo de energía y por ende un aumento en la tarifa mensual.
El proyecto iniciará en el Gran Área Metropolitana, en donde se escogerán las viviendas para hacer las pruebas al azar. Posteriormente será llevado a todo el país.
Los funcionarios que realizan las visitas están debidamente identificados.