Uso de nuevo ‘software’ desnuda realidad de escuelas y colegios

Programa está instalado en 1.678 centros educativos; solo 400 lo utilizan

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Acompañado de cuatro maestras, Amancio Córdoba, director de la escuela Maurilio Soto, de Montecillos, Alajuela, mostró en una pantalla la realidad de esa institución.

En un gráfico estaban registradas las ausencias e identificados 41 estudiantes (7% del total) que con frecuencia no asisten a clases.

También estaba resumida la cantidad de alumnos con adecuaciones curriculares (126), las secciones en que están matriculados y las razones de ese beneficio.

En otras imágenes aparecían el número de niños que no tienen nada qué comer en sus casas, la repitencia, alumnos con notas rojas y hasta la escolaridad de sus padres.

Aunque cada maestra tiene todos esos datos de su grupo, con el sistema se puede obtener una radiografía al instante, sin necesidad de que el docente invierta tiempo en llenar formularios a mano y haga operaciones matemáticas en la calculadora.

Cerca de 400 centros educativos de primaria y secundaria son los que le sacan provecho al Programa de Informatización para el Alto Desempeño (PIAD), aunque ya está instalado en 1.678 instituciones educativas.

Los educadores digitan las ausencias, calificaciones y hasta la información socioeconómica del muchacho y el software resume los datos y hace los gráficos para que se definan planes de mejora.

Este programa es implementado por el Ministerio de Educación Pública (MEP), la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED), la Asociación para la Innovación Social (ASIS) y la Asociación Nacional de Educadores (ANDE).

Eso sí, algunos maestros pueden sentir temor al ver las estadísticas de rendimiento académico o deserción por primera vez, porque a lo mejor no imaginaban que en su escuela son altas, admitió Luis Daniel González, de ASIS.

Inmediato. Félix Barrantes, director de Control de Calidad Educativa del MEP, dijo que el PIAD permite a la escuela o colegio tomar decisiones al instante, para mejorar el rendimiento académico.

“Si no se usa este sistema, tenemos la información pero a destiempo, pues se recogía la matrícula final y el rendimiento cuando había finalizado el año y los datos estaban listos dos o tres meses después del siguiente año, entonces, ¿qué medidas correctivas podíamos tomar?”, cuestionó Barrantes.

Esto no ocurre en la escuela Maurilio Soto, donde el director y maestras ven la información en tiempo real y definen acciones como dar clases extras a los niños más rezagados y buscar en las casas a quienes más se ausentan.

El PIAD nació hace 12 años en la escuela Elías Jiménez, en San Rafael Abajo de Desamparados, y ahora el MEP procura llegar a los más de 4.800 centros educativos.

Para alcanzar esa meta, debe superar algunos tropiezos, como el desinterés y falta de conocimiento informático de algunos docentes.

También, la complejidad de la organización en secundaria, donde cada docente tiene varios grupos.

“Estamos a dos o tres años de dejar institucionalizado el PIAD”, estimó Luis Daniel González.