Son salidas rápidas ante una emergencia, pero solo tienen un carril, lo que restringe el desarrollo de las comunidades
En la zona norte hay al menos dos. Uno sobre el río Cataratas en la vía San Ramón–La Fortuna de San Carlos y otro en río La Balsa, entre Santa Clara de San Carlos y Bajo Rodríguez de San Ramón.
El primero se terminó de colocar el 11 de diciembre del 2008 para sustituir el de concreto, destruido por un derrumbe de gran magnitud. El segundo reemplazó a otra estructura de concreto que una cabeza de agua arrastró en el 2006.
En su momento el MOPT y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) comunicaron a las municipalidades de San Carlos y San Ramón, que en un plazo relativamente “corto” los baileys serían desmontados para dar paso a estructuras de concreto.
El tiempo ha transcurrido y los anuncios no se han cumplido. Tampoco hay visos de que eso suceda.
Los baileys también conocidos como pasos metálicos, tienen el problema de que son muy angostos y de una sola vía y restringen el paso de transportistas de carga y transporte de turismo.
El ubicado sobre el río La Balsa tiene alrededor de 12 metros de longitud. El que está sobre el Cataratas mide 36 metros de longitud.
Ambos son estratégicos para el transporte de carga pesada entre la zona norte de Alajuela con el Valle Central, Puntarenas y Guanacaste. Son vitales, particularmente, la ruta tradicional Ciudad Quesada–Naranjo que enlaza con la Bernardo Soto y la Interamericana norte, se cierra por la caída de derrumbes.
Por el río Cataratas pasan a diario docenas de turistas para visitar la zona norte, y que prefieren la vía San José–San Ramón–La Fortuna, para no tener que entrar por Ciudad Quesada.